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Delegación de trabajadores de Agolan previo a una reunión con el presidente José Mujica. / Foto: Pedro Rincón (archivo, enero de 2014)

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Con comodato con la CND, ex trabajadores de Agolan comienzan a acondicionar la fábrica para empezar a producir en dos meses.

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Los integrantes de la Cooperativa Textil Puerto Sauce, conformada hace poco más de dos meses por los trabajadores de Agolan, esperaban comenzar a trabajar “en un plazo de 90 días”. De esos 90 han pasado 70 y hoy el nuevo horizonte se fijó en 60 días más, plazo en el que estiman que recibirán el dinero garantizado por el Fondo para el Desarrollo (Fondes) para llevar a cabo el emprendimiento. “Nosotros esperamos empezar a trabajar antes de los dos meses, pero eso dependerá del Fondes”, dijo a la diaria el presidente de la cooperativa, Johnny Solahegui.

Cuando decidieron conformarse como cooperativa, los trabajadores solicitaron al Fondes 7,9 millones de pesos para el capital de los dos primeros años. Si bien ese dinero aún no llegó, venían negociando con la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), ex accionista de Agolan, para que ésta les cediera la fábrica, de manera que pudieran comenzar las tareas de acondicionamiento.

“El tema es que pasaban los meses y nosotros tenemos muchas telas que están en proceso, a mitad de trabajo, y además, la maquinaria que usamos necesita un mantenimiento casi semanal. Por lo tanto necesitábamos que nos entregaran la fábrica, que no siguiera cerrada, sino todo lo que había se iba a echar a perder”, sostuvo Solahegui. A raíz de esto, el viernes firmaron un precomodato que regirá hasta que el Fondes libere el dinero del préstamo, momento en el que “se renovaría el precomodato por un comodato que estamos planteando a cinco años”, explicó.

Piso, stock y máquinas

El préstamo se le solicitó al Fondes “pensando en tres cosas: el piso, el stock y la maquinaria”. Respecto del alquiler del local, Solahegui aclaró que se solicitó “80% de lo que es el piso hoy”. El resto del establecimiento -unos 5.000 metros cuadrados- “quedaría para futuros emprendimientos del Parque Industrial”, agregó.

Por otro lado, el recuento del stock se hizo “muy fácil y muy rápido”. “En este caso, resolvimos que a medida que fuéramos sacando [mercadería] del stock, se vende y se paga. Lo demás, no”, explicó. Según aclaró, la cooperativa pretende utilizar 
sólo “una parte”.

En cuanto a la maquinaria, que también utilizarán en parte, se decidió realizar “un relevamiento de lo que utilizaríamos y por ahora se nos dio a comodato”, contó.

“Cuando armamos el proyecto dijimos que recién íbamos a empezar a recibir ganancias en cierta cantidad de tiempo, por lo menos, al segundo año”, dijo, y explicó que “el tema de nuestra empresa es que no es ‘de venta y cobro’”. El presidente de la cooperativa lo ilustró de la siguiente manera: “Supongamos que hoy nos hacen un pedido, nosotros recién lo estaríamos entregando en mayo del año que viene. Necesitamos diez meses, fácil. Y a esto sumale las cartas de crédito que te entregan a 60, 80, 120 y 180 días, por lo que estaríamos cobrando recién en junio de 2015”. En este sentido, sostuvo que “lo que estamos pidiendo es un tiempo de salvedad para poder 
implementar el proyecto”.

Comprometidos

“Hasta que empecemos la cadena necesitamos por lo menos dos pedidos grandes, que ya tenemos”, dijo Solahegui. “De momento nos han salido propuestas bastante importantes como para tener cubiertos varios meses de trabajo”, agregó. Según contó, están manejando algunos pedidos de Canadá, del sur de Brasil y “algo para Estados Unidos”. Además, están negociando “con el mercado ruso”, ya que “cuando vino una delegación interesada en la compra de carne, preguntaron también por la compra de telas cardadas”.

Sin embargo, hasta ahora no han podido cerrar ningún negocio. “Lo que pasa es que al no tener el préstamo, no podemos dar un sí, pero están todos pendientes”, afirmó.

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