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Unidad Popular tiene al medio ambiente como eje central de su propuesta.

Cerca de 15 personas conforman la comisión de Medio Ambiente y Tierra de Unidad Popular (UP), partido que bajo el lema Asamblea Popular presentará como candidato a la presidencia en las elecciones de octubre a Gonzalo Abella. El sábado de tarde la comisión realizó un taller en el que referentes de diferentes puntos del país dieron cuenta de las problemáticas locales y planearon acciones para los 50 días que restan de la campaña electoral.

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La instancia continuaba una discusión iniciada 15 días atrás. “Estamos convencidos de que el futuro del país sale del campo”, afirmó Daniel Campanella, productor y técnico rural de Libertad, y el concepto fue respaldado por el resto. “Si paramos la rueda de extranjerización de la tierra vamos a bajar índices de delincuencia”, agregó uno de los integrantes.

La reforma agraria es un punto capital para UP. En su programa de gobierno propone: reorientar el agro a la producción de alimentos, democratizar el acceso a la tierra, eliminar el latifundio y la extranjerización, disminuir el área destinada a la soja, rechazar la “plantación indiscriminada de eucaliptos”, disminuir gradualmente la aplicación de agrotóxicos, eliminar “beneficios impositivos para actividades forestales, mineras, sojeras y transgénicos”, entre otros puntos.

Desierto verde

Horacio Zeferino, veterinario de Mercedes, comentó que en Soriano hay “muchísima soja” y una gran concentración de capitales, y manifestó preocupación por lo que pueda pasar si el precio de la oleaginosa sigue cayendo. Campanella dijo que la última exposición del Prado fue “la peor en décadas” en cuanto a venta de maquinaria agropecuaria, y agregó que “están cayendo” las cooperativas agrarias de Tarariras y Ombúes de Lavalle porque “se llenaron de silos que no usan”; explicó que el costo de salarios y el tiempo que lleva hacer el acopio en silos hizo que la producción vaya “del campo al puerto”.

La forestación fue otro de los blancos del taller. Comentaron que el eucalipto deja la tierra inutilizable y que años después el campo sólo puede servir para montar un chiquero o un gallinero. Pedro Sainz, un hombre de más de 70 años, que fue tropero en Rocha, contó que incluso “antes de escuchar la 36 y la 44” ya odiaba el eucalipto.

Considerando la intención del gobierno de aprobar la instalación de una tercera planta de celulosa, los talleristas afirmaron que cada pastera “necesariamente tiene que tener 300.000 hectáreas [de eucaliptus] en su poder” para poder procesar el millón de toneladas anuales que produce. Señalaron que “en Suecia y en Finlandia les compran madera a productores, pero acá no”. Rechazaron las modificaciones efectuadas al proyecto de ley que prohíbe la compra y tenencia de tierra por parte de empresas de estados extranjeros. El proyecto había sido aprobado por la Cámara de Diputados a comienzos de julio y el Senado lo votó el 26 de agosto, incluyendo cambios sugeridos por la empresa Montes del Plata, dado que Stora Enso -una de las cuatro sociedades que intervienen en la pastera- cuenta con capitales del Estado finlandés. Los diputados habían prohibido que los estados extranjeros participaran -con cualquier porcentaje- en la titularidad de entidades titulares de inmuebles rurales y explotaciones agropecuarias, pero el texto que resultó del Senado (y volvió a estar a consideración de la cámara baja) sólo prohíbe la participación de estados extranjeros en caso de que tengan porcentajes mayoritarios en esas sociedades. El Senado reincorporó un artículo que estaba en el proyecto original y había sido quitado por los diputados: uno que faculta al Poder Ejecutivo -consulta mediante a la Asamblea General- a autorizar excepciones a proyectos productivos que apliquen tecnologías renovadoras, generen empleo y eleven la productividad del sector. Los talleristas opinaron que el Frente Amplio usa este proyecto para justificar que se preocupa por la extranjerización de la tierra cuando “en realidad sólo es para los estados y con excepciones”, dijeron.

Afirmaron que todo el departamento de Lavalleja es de prioridad forestal y opinaron que eso no debería permitirse, porque allí están las nacientes del río Santa Lucía. Carlos Sosa, presidente de la Federación de Funcionarios de OSE, agregó que cualquier lugar “de siembra” de agua, como se le llama a las nacientes, debería estar al margen de la forestación, y sostuvo que “no hay intenciones de generar una política de aguas, porque así tienen las manos libres para hacer lo que políticamente entiendan conveniente”.

Contaminados

La descripción del panorama incluyó datos sobre mortandad de abejas y disminución de la producción por colmena y de su calidad, debido a que hay menos variedad de flores, detalló el apicultor José Fassini, de Canelones. Los agrotóxicos fueron otro de los puntos abordados, así como la megaminería, la contaminación del río Santa Lucía debido al inadecuado tratamiento de las aguas residuales de los tambos y el despoblamiento rural.

Se planea hacer talleres regionales, ir a la zona de Valentines y Cerro Chato, y organizar una concentración el 26 de setiembre en la plaza Libertad en memoria de Helios Sarthou. Rómulo Rodríguez, jubilado médico de Florida, propuso denunciar el “silencio del cuerpo médico nacional” ante el impacto de los agrotóxicos en la salud humana. Otros participantes indicaron que no son los “únicos profesionales” y pedirán que “médicos, ingenieros agrónomos y científicos denuncien” también los impactos.

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