Ingresá

Patria, de Gustavo Macachín Wojciechowski. Irrupciones Grupo Editor, Montevideo, 2014. 95 páginas.

O la tumba

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago

“Patria”, de Gustavo “Macachín” Wojciechowski. Irrupciones Grupo Editor, Montevideo, 2014. 95 páginas.

Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

La primera impresión que surge al leer los versos Patria es la de un libro que fue escrito y publicado en el momento equivocado. Desde el título y la portada (que contiene el sol de la bandera uruguaya invertido) se anuncia la intención de desconstruir el concepto de patria que quisieron imponer los militares. De haberse editado en los primeros años de la restauración democrática, o tal vez clandestinamente en los últimos años del régimen militar, estaríamos posiblemente frente a un libro emblemático, una referencia de la resistencia comparable con “A redoblar”.

Sin embargo, calificar esta obra de anacrónica sería no comprender su complejidad. Muchos de los dardos más venosos están dirigidos contra esa noción vacía de nacionalidad y repleta de lugares comunes con la que se insiste a diario para vendernos yerba mate. Esta dimensión de Patria lo vuelve un antídoto necesario, lleno de sentido crítico para tiempos en los que la omnipresente publicidad intenta reducir las complejidades del ser uruguayo a una serie de rituales, entre los que están tomar mate en la rambla, comer asado y cantar en una murga.

El humor es uno de los recursos más utilizados a la hora destruir mitos y prejuicios arraigados: “patria / nunca vas a sacar el 5 de oro / 5 franjas blancas / 4 celestes que son azules / qué confusión cromática / patria / chicotazo y colegiado / nacionalista y / nueva helvecia / pachecato y / dictadores sin goyete / patria / domingos de arena / 8 horas y playas extras / todos los batlles / ningún Batlle / te quiero mucho poquito nada”. Llama a su vez la atención el constante cambio de tema, pasando de una esfera conceptual a otra, a veces mediante el uso de una palabra bisagra. Este recurso sirve para acrecentar el efecto humorístico del poema pero también da una idea de discurso desorganizado y un tanto divagante, lo cual bien puede estar mostrando una visión sobre el Uruguay.

La segunda parte de la obra, “Segundas impresi(ci)ones”, es una reedición de un libro publicado en 1984. Se trata de un diario poético, en el que se recogen vivencias personales en el último año y medio de la dictadura. Existen muchas referencias a fechas y a sucesos que sólo serán recordados por quienes vivieron la militancia política en aquellos años. Para las generaciones más jóvenes se torna por momentos un texto árido, referido a una época legendaria para algunos y a un pasado lejano y carente de todo interés para otros.

De todas formas, la voz poética resulta sumamente entrañable; el poeta no se limita a ser un militante monolítico, sino que tiene sus dudas, sus miedos, sus momentos de necesario disfrute en aquellos tiempos de opresión. Paradigmático resulta un pasaje en el que no puede evitar festejar el triunfo de la celeste en la Copa América de 1983, pese a que es consciente de que tal victoria favorece al gobierno de facto. La crónica respecto de abril de 1984, esperando la llegada del 1º de mayo, recuerda a un niño que cuenta ansioso los días para que le celebren su cumpleaños. Entre esas páginas, se cuelan algunas reflexiones sobre la muerte de Ángel Rama.

También el humor está presente en esta sección, ya sea como forma de procesar verdades dolorosas o funcionando como el mencionado recurso de poner en jaque el discurso de los militares. “EL PUEBLO ES FANTÁSTICO” / aunque no necesite que venga el poeta a descubrir / al pueblo / ni decirle “che, pueblo… mirá que sos fantástico”. Otro recurso humorístico utilizado es la organización de la página (en aquellas en las que mantiene un formato facsimilar) alterando fotografías o haciendo comentarios, aparentemente a mano, de lo escrito en imprenta. Resulta hasta tierno contemplar los primeros pasos dados de forma tan casera por quien hoy en día es uno de los editores más cuidadosos del medio.

Desde el punto de vista de la construcción de una memoria, el autor resulta más sincero que muchísimos testimonios de aquellos años. No pretende construir el mito del militante full-time, sino que se limita a dejar constancia de cómo aportó su granito de arena en la resistencia contra la dictadura, con todas las dudas, miedos y contradicciones que eso implicaba. En conclusión, un libro que ofrece una visión distinta del archimencionado pasado reciente y de los tiempos actuales.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura