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La Asociación de Médicos y Practicantes de Casa de Galicia, afiliada al Sindicato Médico del Uruguay, había anunciado el 18 de diciembre que si el 10 de enero no cobraban el salario de diciembre instrumentarían un paro médico. Pero las soluciones fueron llegando de a poco. La empresa se puso al día con los sueldos y los aguinaldos de todos los trabajadores a partir de un préstamo del Banco de la República Oriental del Uruguay (BROU) concedido con la garantía de las cuotas mutuales del Fondo Nacional de Salud, y ahora pudo pagar en fecha todos los sueldos de diciembre.

Las autoridades de Casa de Galicia trabajan para la obtención de otro préstamo del BROU, de 10 millones de dólares, que permita a la empresa salir del ahogo económico y financiero. Ese préstamo contaba a fines de diciembre con el aval del directorio del BROU y estaba a estudio de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), puesto que la garantía sería el pago por los servicios que Casa de Galicia vende a ASSE. Según supo ayer la diaria, las autoridades gubernamentales recomiendan dividir el préstamo y otorgar en lo inmediato una primera partida que permita cubrir los retiros incentivados de trabajadores y cancelar los pagos a proveedores; a partir de marzo, el nuevo gobierno resolverá qué hacer con la otra parte de lo solicitado.

Hasta el momento más de 40 médicos han aceptado los retiros incentivados. A partir de un planteo de los profesionales, Casa de Galicia aceptó que pudieran acogerse al retiro quienes no estaban en edad jubilatoria y que el incentivo fuera de seis meses de salario y no de tres como proponía la empresa. El enfrentamiento inicial entre médicos y autoridades de la empresa fue cediendo y ahora siguen las negociaciones, y queda pendiente una nueva reunión en la Dirección Nacional de Trabajo.

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