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Marisa Lindner, presidenta del INAU, en la comisión de Presupuesto del Parlamento. Foto: Pablo Vignali

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Arismendi afirmó que en el Sirpa hay “una lucha de poder” con el sindicato; SUINAU pidió que se complete integración de la Comisión Delegada.

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A raíz de un motín que hubo el sábado en el Centro de Internación, Evaluación y Diagnóstico (CIED) del Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa), la ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, fue enfática y dijo que en la interna del organismo “hay una lucha de poder” con el Sindicato Único del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (SUINAU). El sábado hubo un intento de fuga y motín en el CIED, que requirió la presencia de la Guardia Republicana pero no su intervención. “No es la primera ni va a ser la última vez; esto sucede, son lugares conflictivos”, dijo Arismendi ayer en una rueda de prensa. Dijo que si bien se acordó un nuevo protocolo de seguridad en un ámbito tripartito con el SUINAU y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ahora los trabajadores reclaman “un cotidiano”, que en palabras de la ministra es un instructivo sobre a qué hora se debe realizar cada actividad en los centros del Sirpa. “Yo lo digo con responsabilidad: hay una lucha de poder. El Sirpa no es cogobernado: nos guste o no, es un Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente; dicho en criollo, son lugares de detención, por lo tanto, no son cogobernables”.

En la tarde, el Consejo Directivo del SUINAU emitió un comunicado en respuesta a estas declaraciones, en el que asegura que es “absolutamente falso” que el sindicato quiera cogobernar el Sirpa. Afirman que su lugar “natural” es el ámbito de la negociación colectiva; “es allí donde volcamos todos los esfuerzos para hacer nuestros aportes, desde una perspectiva de clase”. En la declaración dicen que las afirmaciones de Arismendi sobre el pedido de contar con un “cronograma del cotidiano” “demuestran por lo menos una absoluta ignorancia del tema”. Según los trabajadores, “fue el directorio del INAU quien entendió que debía acordarse el cronograma antes mencionado”. Por último, el comunicado afirma que es “de tal gravedad” la situación de los trabajadores del Sirpa, que el Consejo Directivo del SUINAU “está considerando seriamente pedir formalmente que definitivamente se termine de integrar la Comisión Delegada del Sirpa”. Recuerdan que Luis Noya y Edgard Bellomo, los directores que asumieron junto con la presidenta de la Comisión Delegada, Gabriela Fulco, renunciaron por “discrepancias con la presidenta”, y señalan que es “de vital importancia que se complete la integración de la Comisión Delegada”.

Ayer, en tanto, la presidenta del directorio del INAU, Marisa Lindner, concurrió a la comisión de Presupuesto integrada con Hacienda del Senado, para presentar los artículos del organismo en el Presupuesto Quinquenal. La senadora Verónica Alonso (Partido Nacional, PN) cuestionó que se pidan más recursos para la construcción de nuevas plazas en el Sirpa: “El directorio pasado del INAU vino varias veces a decirnos que estaban con las obras, y eso terminó costando 20 millones de dólares. Ahora vienen a pedir, no se sabe si para arreglar lo que se rompió o para hacer nuevos”.

A su vez, también ayer el directorio del PN manifestó su preocupación por la demora en la aprobación del proyecto de ley que crea el Instituto Nacional de Construcción de Ciudadanía Adolescente (INCCA) como servicio descentralizado, vinculado al Poder Ejecutivo por intermedio del Ministerio de Desarrollo Social (Mides). “Lindner estaba urgida por que esto se aprobara hace dos meses”, manifestó una de las integrantes del directorio blanco, Beatriz Argimón, quien añadió que “a Fulco le renunciaron los otros dos directores, la oposición no está representada, y una y otra vez se dan instancias de motines”. Argimón dijo que no hay explicaciones de “por qué esto se enlentenció de esta manera”, y los legisladores nacionalistas que integran la comisión de Población y Desarrollo del Senado, donde se está discutiendo, afirmaron que ya fueron aprobados casi todos los artículos y sólo falta acordar “un cambio de nombre del instituto”.

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