“Puede y debe rendir mejor” calificaron desde Cotidiano Mujer al gobierno por la elaboración del proyecto de Presupuesto Quinquenal con perspectiva de género. Con la presencia de algunas legisladoras oficialistas, las feministas debatieron ayer en la Facultad de Ciencias Sociales sobre el rezagado papel que se le deja a la mujer en la distribución de recursos de la economía. Los casos del Ministerio del Interior (MI), el de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) fueron los más saludados por su mirada e incorporación de objetivos y de indicadores para medir su desarrollo.
Integrantes del área de género de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) dicen que su director, Álvaro García, asumió el puesto en marzo con la convicción de incorporar una perspectiva de equidad en la elaboración del proyecto de ley de presupuesto. La intención ya era parte de los colectivos Cotidiano Mujer y Ciudadanías en Red (Cire) que, desde marzo a agosto, marcaron el terreno. Tras una primera reunión con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), recorrieron juntas las diversas instituciones estatales hasta lograr que la OPP enviara una sugerencia para la apertura por proyectos con la denominación de equidad de género, algo que estiman que “fue un aliciente” para materializar la visibilidad de los proyectos.
Durante el debate de ayer, la coordinadora ejecutiva de Cire y ex senadora Margarita Percovich sostuvo que “las aspiraciones eran más altas”, pero que, sin embargo, se sorprendió al ver que muchas de las acciones que le constaba que se estaban realizando no estaban desagregadas. La importancia de darles visibilidad responde a que es necesaria “la evidencia de lo que se está haciendo en materia de género” para que “si mañana viene otra administración, podamos comparar y demostrar los derechos que ya hemos ganado”.
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Los resultados de la evaluación visibilizan la “aparición clara” del enfoque de género. Los programas que incluyen esta perspectiva tienen relación con la prevención y tratamiento de la violencia hacia las mujeres, el acceso a la Justicia, la posibilidad de acceder al mercado laboral, a integrarse a los bienes del mercado productivo en el ámbito rural, a la creación de servicios de cuidados que colaboren con la corresponsabilidad del Estado con las familias y las mujeres, a la capacitación de los funcionarios para evitar las distintas formas de discriminación.
Los casos de Presidencia, el Mides, el MGAP y el MI fueron los más avalados, aunque de todas formas se hizo hincapié en sus debilidades. La Oficina Nacional de Servicio Civil, la OPP y la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento “tienen roles centrales en la transformación del Estado y la educación de sus funcionarios y, de hecho, incorporan la formación en género, aunque limitadamente”, establece el informe, que solicita más acción por parte de los involucrados. Por otro lado, al MGAP se le reclama una “mayor visibilización del rol de las mujeres en la producción familiar”, y al MI -“uno de nuestros fuertes”, según Percovich- se le destaca que “define la perspectiva de género en casi todas sus acciones”, pero se le solicita “mejorar algunos indicadores” para su evaluación. También se destaca el caso del INAU, que define objetivos con perspectiva de género para todos sus programas con “indicadores claros” para sus monitoreos.
En otros ministerios no se visibiliza la perspectiva de género en el presupuesto aunque sí se ejecuta en los hechos. “Sabemos que en el de Defensa Nacional se capacita a los aspirantes a integrar misiones de paz en la prevención de abusos sexuales, un protocolo que se va a tomar como referencia a nivel continental, y sin embargo no hay rastros de eso”, sostuvo Percovich. Otro ejemplo es la cartera de Industria, Energía y Minería: si bien no especifica acciones afirmativas para mujeres emprendedoras, “es una iniciativa que siempre tuvo”. Lo mismo sucede con el Ministerio de Transporte y Obras Públicas, que asumen que debería enfocarse en el género por el relevante rol que tendrá en la construcción de infraestructura para el Sistema de Cuidados, y asimismo la Administración de los Servicios de Salud del Estado. A la cancillería, por otro lado, se le hace notar que “no ajusta sus acciones a un tema central y de especial preocupación hoy, como es el control del tráfico y la trata de personas”.
En otro extremo, fueron criticadas la forma de asignación de recursos del Ministerio de Educación y Cultura (MEC), en el que aparece “un gran vacío” en temas de género. “Entendemos que es un ministerio central para fomentar los cambios estructurales que incorporen una mirada equitativa”, afirmó Percovich, quien extendió lo dicho al Ministerio de Salud Pública (MSP), “otro central en la defensa de los derechos de las mujeres, adolescentes y niñas, y sin embargo da lástima y hasta vergüenza que no haya objetivos que refieran a ellas”. Aun así, el caso que causó mayor decepción fue el de la Universidad de la República: “No hay una sola palabra relativa a la introducción de la perspectiva de género en la formación”, dijo la ex senadora.
Un caso aparte lo presenta el Poder Judicial, que por primera vez en la historia realizó un plan estratégico 2016-2024 en el que incluyó, dentro de sus compromisos programáticos, las áreas de infancia y de género y un observatorio. Si bien esto fue celebrado, se destaca que no define indicadores para la medición de los resultados de estas acciones. Además, desde Cire se señala que “el Poder Ejecutivo no toma ningún artículo del Judicial, que no aparece ni siquiera en un capítulo”.
La diputada Lilián Galán (Movimiento de Participación Popular, Frente Amplio), invitada a comentar los resultados del estudio, sostuvo que “es muy difícil visualizar los temas de género en el Presupuesto” y “más aun discutirlos, cuando somos dos mujeres en la comisión [de Hacienda y Presupuesto], donde se piensa, además, que estos temas son ‘de hombres’”. Destacó el “rol fundamental” de la sociedad civil en estos avances en materia legislativa y agregó que su papel es aun más primordial en el monitoreo de sus aplicaciones en la realidad.
La sala estuvo llena de mujeres durante casi tres horas de intercambio; en ningún momento se acercó un hombre. “Aparentemente, los temas de género siguen siendo nuestros”, se lamentó Percovich sobre el final, concluyendo que de cualquier forma “seguiremos con la lucha hacia la Rendición de Cuentas”.