Después de que la Corte Electoral realizara el escrutinio de los votos observados, se confirmó el resultado primario de las elecciones al Consejo Directivo Central (Codicen) y los consejos desconcentrados de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP). Elizabeth Ivaldi, candidata de la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM), representará a los gremios de la educación en el Codicen, acompañada del dirigente colorado Robert Silva, integrante de otra lista que, según ha anunciado, buscará representar “a todos los docentes”.
En los consejos de Educación Inicial y Primaria y el de Educación Secundaria habrá representación de los sindicatos, con Pablo Caggiani en el primer caso, e Isabel Jaureguy, actual directora del liceo IAVA, en el segundo. En el Consejo de Educación Técnico Profesional el representante de los trabajadores será Freddy Amaro, quien integró una de las listas del lema que lideró Silva.
Pese a que la Corte Electoral todavía no promulgó el resultado de la elección, algo que podría sueceder hoy, ayer el Codicen convocó a los consejeros electos a una reunión para establecer criterios comunes de trabajo. Según pudo saber la diaria, en la reunión se acordó que mientras los representantes al Codicen asumirán el 3 de febrero, un día después lo harán quienes representarán a los trabajadores docentes de la educación en los tres consejos desconcentrados. En la reunión, que tuvo un tono informal, se presentó la forma en que trabajan los consejos de la ANEP, principalmente en aspectos de funcionamiento.
Antes de la reunión, se realizó una actividad pública con la prensa en la que participaron las principales autoridades de la educación. Por el Ministerio de Educación y Cultura estuvieron la titular de la cartera, María Julia Muñoz, su vice, Edith Moraes, y la directora de Educación, Rosita Angelo, además de casi todos los integrantes de los consejos de la ANEP, encabezados por el presidente del Codicen, Wilson Netto.
Los consejeros electos realizaron breves discursos en los que mostraron su “compromiso” y las ganas de generar transformaciones en la educación pública. Por ejemplo, Caggiani recordó que la participación de los trabajadores en el gobierno de la educación es una reivindicación histórica, y en el caso de magisterio fue parte de la plataforma fundacional de la FUM. Además, consideró que 2015 fue un año “como para no repetir” y que es necesario hacer una evaluación de lo ocurrido. Pidió un espacio específico para ello, de forma de no repetir los mismos errores en el futuro.
Por su parte, Amaro dijo que “si costó que un sindicalizado” estuviera en el gobierno de la educación, fue más costoso que docentes que no son parte de un gremio estén presentes. Amaro, que dijo estar al tanto de los planes de las autoridades para UTU y manifestó su voluntad de ser parte de un proyecto colectivo, integró el movimiento de Silva, que buscó obtener el voto de docentes que no se sentían representados por los gremios. Silva planteó la necesidad de “encontrar cosas que unen y no que separen”, y se mostró convencido de que “hay más acuerdos que desacuerdos” en relación a los temas educativos.
Netto, en tanto, planteó que más allá de compromisos puntuales con organizaciones, los consejeros electos que asumirán en febrero tienen la obligación de rendir cuentas ante toda la sociedad uruguaya. En diálogo con la prensa, el jerarca dijo que siempre “enriquecen” las “nuevas miradas”, especialmente a la hora de “encontrar nuevos dispositivos y asumir nuevos desafíos”. Para Netto, los nuevos consejeros se encontrarán con un trabajo acumulado, que incluye los proyectos que los jerarcas querían concretar cuando asumieron su responsabilidad y que debieron articular “con la realidad de las instituciones y de hacer viable los cambios que urgen en materia educativa”.
El jerarca dijo que la ANEP apuesta al diálogo y que “en los temas de fondo generalmente se llega a acuerdos”, en resoluciones que se toman por unanimidad, más allá de las “distintas visiones” de quienes han participado en los consejos. Netto sostuvo que hay que construir “una sociedad que genere confianza y una esperanza real de transformación”, algo que se hace a diario con el accionar de todos los ciudadanos, especialmente los jerarcas y los medios de comunicación, que son los que tienen una “mayor posibilidad de impactar y construir una sociedad diferente”.