Desde noviembre la Intendencia de Montevideo (IM) y la Asociación de Empleados y Obreros Municipales (ADEOM) se echan mutuamente la culpa de la basura que se acumula en algunas zonas de la ciudad. Las autoridades comunales sostienen que la causa son los “paros distorsivos” del sindicato en el área de limpieza, mientras que ADEOM retruca con críticas al sistema de vaciamiento de contenedores y al mal estado de la flota de camiones.
Ayer se concretó un acuerdo de colaboración entre la IM y el Ministerio de Defensa Nacional (MDN). Según anunció el intendente, Daniel Martínez, entre mañana y el lunes 312 soldados, divididos en 13 cuadrillas y 26 camiones, recorrerán la ciudad para juntar basura de entre 3.000 y 4.000 contenedores (de un total de 11.200 en todo Montevideo).
Los municipios más afectados, según datos de la IM, son el A, el D, el G y el F, correspondientes a una franja, al norte de la ciudad, que se extiende desde Paso de la Arena hacia el este hasta los humedales de Bañados de Carrasco, en la punta que limita con Canelones. El Municipio Ch, que incluye Buceo, Punta Carretas y Pocitos, es uno de los menos afectados, según dijo a la diaria Óscar Curutchet, director de Desarrollo Ambiental: “La División Limpieza levanta 99% de los residuos de ese municipio, uno de los que destinan a ese rubro el presupuesto más alto de Montevideo”. Eso no impidió que el alcalde Andrés Abt (electo por el Partido de la Concertación) se ensuciara las manos y saliera él mismo a recoger basura.
Autoridades de la IM explican que esta situación se debe a un problema estructural que se agudiza especialmente en esta época del año, cuando las fiestas generan un volumen de residuos extra: fuegos artificiales, restos de comida, calendarios picados del año que termina, papeles de regalo y limpiezas generales de los hogares tienen como consecuencia contenedores desbordados y la aparición de objetos varios en los alrededores, desde colchones hasta electrodomésticos y muebles. Aunque los desperdicios inorgánicos son los más molestos, los orgánicos generan preocupación, en particular porque se deterioran más rápido por efecto del sol potente del verano. No obstante, Curutchet dijo que datos de los que disponen el Ministerio de Salud Pública y la IM coinciden en que, si bien hay un aumento inusual de la basura, la ciudad no está en una situación de emergencia sanitaria como la de 2010, ya que 80% de los residuos son inorgánicos.
El director de Desarrollo Ambiental se reunió ayer con trabajadores agremiados en ADEOM, quienes no quedaron conformes con el acuerdo con el MDN, una solución a corto plazo. A más largo plazo, la IM planea comprar cinco camiones los primeros días de enero, para reforzar los 25 que hay en la calle hoy, y hacer un llamado a licitación para adquirir unos 15 más. Según el jerarca, el desgaste de los vehículos -en particular en el mecanismo de levante de contenedores- complica un poco más la situación. Curutchet señaló también una cuota de responsabilidad de los trabajadores -que muchas veces salen apurados y no dedican el tiempo suficiente para las tareas de reparación- y la que surge del descuido de los ciudadanos, algo mucho más difícil de solucionar.