Así está el mundo
Referentes de las diferentes instituciones dieron un panorama de cómo se está trabajando en diversidad sexual.
Federico Graña, director nacional de Promoción Sociocultural del Mides, mencionó los puntos de partida: la creación de policlínicas amigables (junto con Ovejas Negras), el convenio del Mides con el Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, que ha permitido el asesoramiento de endocrinólogos, la atención a personas trans que se hace en una policlínica del hospital Saint Bois, la creación del Centro de Referencia Amigable (Cram), un servicio de atención psicológica a lesbianas, gays, trans y bisexuales (LGTB) que se desarrolla en la Ciudad Vieja a partir de un convenio entre el Mides y la Facultad de Psicología.
Los avances en la formación de recursos humanos en este tema son muy lentos, pero algo se está haciendo en educación permanente por medio de Medicina y a nivel de grado en Psicología.
Anabel Beniscelli, docente de Psicología e integrante del Cram, reseñó la actividad del centro, que desde octubre ha logrado 26 “consultas exitosas”. La demanda ha excedido a la capital, puesto que atiende, en forma personal, a pacientes de San José, Canelones y Rocha, y telefónicamente a personas de otros departamentos.
Daniel Márquez, adjunto a la presidencia de ASSE y asistente del Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria de la Facultad de Medicina, expuso sobre el trabajo en el Saint Bois, donde una Unidad Docente Asistencial (de la facultad y ASSE) abrió en febrero de 2014 un turno nocturno para la atención de población general -medicina familiar y comunitaria- y también para personas trans. También allí llegan de todos puntos del país. Realizan un trabajo interdisciplinario, de formación de recursos humanos, y un seguimiento de los 35 usuarios trans que tienen hasta ahora. Fue allí que iniciaron una terapia hormonal que es indicada por el equipo multidisciplinario, dijo Márquez, que subrayó que el desafío es multiplicar la formación en tratamientos hormonales y descentralizar el servicio.
Sebastián Ben, docente de la Clínica Ginecotocológica A de la Facultad de Medicina, dio cuenta de las cirugías a personas trans masculinas que están desarrollando en el hospital Pereira Rossell, a partir del deseo de la persona, de una valoración multidisciplinar y de un proceso de hormonización de un año. Allí se hace la extracción del útero, los ovarios y las trompas de falopio; el docente defendió la cirugía laparoscópica por ser menos invasiva, tener menores riesgos y un mejor proceso de recuperación que la operación vaginal.
Demasiado lento
Representantes de tres organizaciones sociales recordaron lo lejos que se sigue estando en cuanto a igualdad de derechos de personas LGTB. Florencia Forrisi, de Ovejas Negras, pidió que la curricularización de estos temas se extienda a todas las ciencias de la salud. Rodrigo Falcón, del colectivo Trans Boy Uruguay, manifestó orgullo por el trabajo del Saint Bois, pero señaló que “en la salud privada no es así”, y preguntó si todos los trans tendrían que afiliarse a ASSE. Para dar cuenta de lo atrasados que están los médicos en ese tema, comentó que un profesional de Maldonado mandó a un paciente trans a leer la Biblia. Dijo que se necesita formar a los profesionales de la salud “ya”. Alejandra Colette, de Unión Trans del Uruguay, pidió a las instituciones que tengan una mayor comunicación, y recordó otras poblaciones que siguen a la espera, puesto que la reasignación de sexo que se realizaba en el Hospital de Clínicas ya no se hace más. “Podríamos empezar a hablar de readecuación de sexo para mujeres trans”, deslizó. Mencionó la discriminación que sufren las mujeres trans en los servicios de salud, y casos de mujeres del interior en los que los médicos “no las tocan por ser trans”. Previamente, en diálogo con la prensa, detalló que en las décadas de 1970 y 1980 las personas se inyectaban silicona industrial; hay personas que se están muriendo a consecuencia de eso y no hay ningún médico que se anime a atenderlas.
En concreto
Las autoridades estuvieron desde el comienzo, sentadas en primera fila; sólo pasaron al frente al final. Susana Muñiz, presidenta de ASSE, anunció que se elaboró un protocolo de hormonización y que en tres meses va a estar disponible la hormonoterapia para todos los usuarios de ASSE; la puerta de entrada será mediante el Pereira Rossell y la policlínica del Saint Bois, centros en los que están formados los recursos humanos. Respondiéndole a Falcón, Muñiz comentó: “Y sí, seguramente se van a tener que pasar todos a ASSE, pero va a ser un placer y les vamos a dar respuesta”.
Fernando Tomasina, decano de Medicina, subrayó que la Udelar aspira a romper con las formaciones tubulares y crecer en espacios interdisciplinarios, así como en el primer nivel de atención y el comunitario. Luis Leopold, decano de Psicología, no se quedó con los logros del Cram, sino que consideró que “tiene sentido en tanto es un proyecto de paso, en tanto no desarrollemos propuestas que queden encerradas en determinados contextos. Necesitamos ampliar una perspectiva transversal a la sociedad uruguaya, al país”. Añadió que no es un tema sólo de salud.
Cristina Lustemberg, subsecretaria del MSP, expresó que es necesario trabajar en la calidad de atención: “Veremos si el modelo del hospital Saint Bois es el que debemos desarrollar en otros lugares de la esfera pública o privada, pero no puede pasar que en el servicio de salud privado este colectivo no tenga los derechos garantizados”.