Hoy a las 10.00, en la residencia presidencial de Suárez y Reyes, integrantes de todos los partidos políticos con representación parlamentaria y de organizaciones como la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Alcohólicos Anónimos y el Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay, junto con autoridades del Poder Ejecutivo, llevarán adelante una nueva reunión de la comisión que viene generando insumos para una ley marco de regulación de la venta y el consumo de alcohol.
Será la cuarta reunión del grupo y se recibirá a la ministra de Educación y Cultura, María Julia Muñoz, y a autoridades de los consejos de Primaria, Secundaria y de la Universidad del Trabajo del Uruguay, para discutir la necesidad de implantar políticas de prevención sobre el consumo problemático de alcohol. “Una de las cosas que muestran las últimas encuestas es la falta de percepción de riesgo sobre el consumo de alcohol, cada vez a edades más tempranas, y como en tantas políticas de Estado, el elemento central es el educativo”, dijo el prosecretario de Presidencia, Juan Andrés Roballo.
El grupo, según lo describió el diputado oficialista José Luis Gallo, busca generar los “consensos políticos y de los sectores organizados de la sociedad civil para la redacción de un proyecto de ley marco” que el Ejecutivo elaborará una vez que culmine su trabajo. Pero este objetivo naufragó rápidamente en la primera iniciativa enviada por la comisión. La “tolerancia cero” en el consumo de alcohol para los conductores, que ya es objeto de un proyecto de ley a estudio en el Parlamento, no tardó en acumular críticas en la bancada nacionalista. El propio presidente del Directorio del Partido Nacional (PN), Luis Alberto Heber, dijo a El Observador que esta medida condenará el “consumo social” de los conductores y no el “problemático”. “Se nos dice que es una señal, pero podemos dar señales mejores que no nos compliquen la vida a todos los uruguayos”. En una misma línea, el diputado Pablo Abdala (PN) adelantó que no votará la iniciativa. “Es muy reaccionaria y no necesariamente conducente: muchas veces puede haber falsos positivos como, por ejemplo, ante la ingesta de una comida hecha con alcohol. Esto sólo va a generar problemas, y si bien se ha dicho que el equipamiento tiene tal precisión que podría captar esas circunstancias, yo soy escéptico con respecto a eso”.
Es entre los blancos, la principal bancada de la oposición, que la mano viene más complicada. Tras el último encuentro, el 13 de mayo, el diputado frenteamplista Sebastián Sabini se quejó en la red social Twitter de la postura de la comisión, favorable a extender la restricción de venta de alcohol desde las 22.00 a las 8.00. “Sinceramente no sé cuáles son los beneficios de reducir el horario de venta de alcohol. Penaliza a los que no pueden pagar por tomar en un bar”. También Abdala se opuso a esta medida, argumentando que perjudicará a muchos pequeños comerciantes.
Verónica
La participación de la senadora Verónica Alonso en la comisión ha sido cuestionada por sus compañeros de la agrupación parlamentaria nacionalista. La senadora fue invitada por el gobierno a participar, y si bien Heber la autorizó a hacerlo, sostuvo que en ese momento “el Directorio no estaba funcionando y estábamos todos en campaña municipal”. “Tiene nuestro respaldo para ir, pero no para acordar, porque eso tenemos que discutirlo en la bancada”, dijo a El Observador.
Roballo evitó expresarse sobre este punto. “No queremos interferir en las definiciones. La información que tenemos es que la senadora cuenta con el respaldo del PN. No hemos recibido ningún planteo del PN”. Sin embargo, varios integrantes de la comisión admiten que esta postura nacionalista complica el objetivo de la comisión de generar políticas de Estado: “Seguro que perjudica, pero es muy difícil tener consenso general en todo”, dijo Gallo. En tanto, el dirigente de la FOEB Richard Read sostuvo que lo ideal es que quienes participen allí cuenten con “representación partidaria”.
En filas nacionalistas, tanto Heber como Abdala entienden que el trabajo de la comisión no debe suplir la tarea parlamentaria. Según este último, “el tiempo que actúe la comisión no puede restársele al tiempo legislativo”.