La Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) resolvió tender hacia la agudización de las medidas gremiales en función de que la negociación con el gobierno por la asignación del presupuesto quinquenal no refleje los reclamos de la organización. Para la federación, “el alza de los precios que se ha producido en los combustibles, en los alimentos básicos y en la canasta familiar sin duda empujan al aumento de la inflación y generan dificultades en el poder de compra de los trabajadores”. En ese sentido, se quejan de que actualmente el salario de ingreso de un maestro por 20 horas semanales “no alcanza a 17.000 pesos”, y en los cargos del final de la carrera no supera los 30.000. Además, señalan que el salario de los funcionarios administrativos no llega a 15.000 pesos.
La FUM reclama que los salarios alcancen la media canasta (unos 30.000 pesos) para los maestros de primer grado y para los funcionarios no docentes con 40 horas semanales, y que el incremento sea priorizado en los dos primeros años de gobierno. Por lo tanto, la federación considera “muy insuficiente” la propuesta de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) para que esos salarios lleguen a 25.000 pesos a lo largo del quinquenio.
En función de su análisis de coyuntura, la FUM resolvió trasladar a las filiales un conjunto de medidas, entre las que está la “paralización continuada”, para discutir en función de los resultados de la negociación con el gobierno. Estas medidas serán evaluadas en la reunión de la Mesa Representativa del 8 de agosto.