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Igualar para arriba

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TISA prohibiría al Estado establecer precios diferenciales para empresas nacionales en licitaciones, mecanismo utilizado por Uruguay.

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Si una empresa nacional y una extranjera compiten por una licitación de servicios del Estado en Uruguay, la primera obtiene un beneficio en su precio respecto de la segunda. Esto implica que el Estado está dispuesto a pagarle más a una empresa nacional que a una extranjera, y que si nacionales y extranjeras presentan el mismo precio, o incluso si la nacional presenta un precio levemente superior, el Estado optará por la nacional. El beneficio en el precio va de 8% a 16% para las microempresas y de 4% a 12% para las pequeñas y medianas empresas. De aprobarse el Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés) en los términos en los que se está negociando, el Estado uruguayo ya no podrá establecer esta política diferencial.

Esta conclusión surge del anexo sobre compras estatales del TISA, filtrado por Wikileaks, junto a un análisis técnico realizado por la asesora legal de la Red del Tercer Mundo, Sanya Reid Smith, que menciona el caso de la regulación uruguaya, entre otros. El anexo sobre compras estatales dispone que cada país deberá asegurar que los proveedores de servicios de cualquier otro país signatario del TISA que tengan presencia comercial en su territorio y personería jurídica constituida “reciban trato nacional respecto de las compras estatales de servicios en su territorio” (original en inglés, traducción de la periodista). En una línea muy similar al acuerdo marco general del TISA, exige que el procedimiento de contratación sea “transparente e imparcial”, que se dé “tiempo suficiente” a los proveedores para realizar su presentación, que los requerimientos técnicos exigidos se ajusten a los estándares internacionales y que se contemple la posibilidad de explicar a las empresas que no ganaron la licitación las razones de la decisión estatal.

El análisis de Reid concluye que este anexo propone una “liberalización extrema” que puede perjudicar las políticas gubernamentales tendientes a promover las empresas nacionales, el empleo local o el apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas. Recuerda que Estados Unidos y la Unión Europea intentaron incluir un capítulo de compras estatales en las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio en 1996 pero los países en desarrollo se opusieron y el tema fue excluido de la ronda de Doha. Reid señala que en la mayoría de los países en desarrollo el gobierno “es la fuente principal de compras de servicios”. “Las medidas del gobierno tendientes a reservar dichas compras a las empresas nacionales (o darles preferencia) puede promover el desarrollo social y económico, proveer empleo y oportunidades de negocios a individuos o comunidades marginadas o vulnerables”, sostiene Reid, y agrega que estas políticas actúan como un mecanismo de “redistribución de la riqueza”.

Wikileaks también difundió un análisis del anexo financiero del TISA, realizado por Public Citizen’s Global Trade Watch, que concluye que la propuesta del acuerdo supone una vuelta al estado de desregulación previo a la crisis financiera de 2007-2008. Señala que el texto prohíbe varias formas de regulación financiera, aun cuando éstas se apliquen por igual a empresas nacionales y extranjeras; por ejemplo, no se podrá limitar el tamaño de los bancos, ni prohibir determinados productos financieros por ser demasiado riesgosos, a no ser que el gobierno “pruebe” que ese producto supone una “amenaza a la estabilidad financiera”. Además, por la modalidad de negociación, obliga a los gobiernos a anticiparse a todas las eventuales regulaciones financieras que a futuro puedan “distorsionar la competencia”.

La filtración de Wikileaks se produce a pocos días del inicio de una nueva ronda de negociaciones del TISA en Ginebra. Según la agenda de las negociaciones -que se realizarán en la Embajada de Australia en esa ciudad-, también difundida por Wikileaks, el lunes 6 se abrirá la ronda con discusiones sobre el anexo de servicios financieros y el de reglamentación nacional. El martes se suma el anexo de telecomunicaciones y el miércoles, el de transporte. El jueves se discutirá sobre el texto central y otros anexos (transporte aéreo y marítimo, servicios profesionales, comercio electrónico, servicios ambientales, de energía, y subsidios, entre otros).

Según supo la diaria, el movimiento mundial Stop TISA realizará una protesta frente a la sede de las negociaciones en la mañana del martes, y la organización social alemana Lobbycontrol entregará en la misma sede, el miércoles de mañana, las firmas que lleva recolectadas en contra del TISA.

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