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Cinve manda una “señal de alarma” por las características “estructurales” y “persistentes” de la inflación, que estima que será de 1,06% en julio.

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“Sin dudas el evento macroeconómico más importante está vinculado al intenso proceso de depreciación del peso registrado en las últimas semanas”, establece el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) en su último informe de inflación, divulgado ayer, que incrementa las proyecciones inflacionarias para 2015 y 2016 y advierte que “el dólar compatible con una inflación cercana a 10% sería superior a 30 pesos”. También analiza los nuevos lineamientos de los Consejos de Salarios, que implicarían un aumento real de 0% y tendrían “un efecto marginal” sobre la inflación, contrario a lo que argumentó el gobierno.

Los precios al consumo aumentaron 0,45% en junio, cifra que elevó la inflación interanual -esta vez a 8,53%- por cuarto mes consecutivo. El incremento de los precios de combustible en 6% el 22 de julio, en conjunto con las recientes presiones cambiarias, vuelven “improbable” un escenario de reversión de esa tendencia. Por el contrario, el Cinve asigna “muy baja probabilidad” a que la inflación pueda converger al techo del rango meta fijado por el Banco Central de entre 3% y 7% en un horizonte de 24 meses.

Por su parte, el indicador tendencial de inflación, que excluye del cálculo los precios más volátiles (de la carne, frutas y verduras, tarifas públicas y bienes energéticos) fue de 0,65% en junio y de 9,33% en los últimos 12 meses hasta entonces. “Parte de las presiones que actualmente estarían impulsando la inflación serían estructurales y por tanto persistirían”, establece el informe que concluye un aumento del indicador tendencial en los últimos días de 9,2% a 9,8%, lo que constituye una “señal de alarma para la economía en su conjunto”. Los analistas establecen que, de no observarse “medidas concretas” de las autoridades económicas, sería “improbable que las expectativas de inflación comiencen a desanclarse paulatinamente”.

También se establece la “mayor influencia” que tienen los precios de los componentes transables (definidos como aquellos bienes y servicios que se comercializan con el exterior) en contraposición a la de los no transables. Junio fue el cuarto mes consecutivo de aumento en los precios de los rubros transables -de 0,63%-, sensiblemente superior al registrado por los no transables, cuyo crecimiento se ubicó en 0,31%. “En la medida que ambos componentes poseen un peso similar en la canasta de consumo, los bienes no transables se mantienen como los de mayor influencia en el actual proceso inflacionario, tendencia que por otra parte, parecería estarse revirtiendo”, advierte el informe.

El centro de investigaciones corrigió al alza y por segundo mes consecutivo las proyecciones de inflación correspondientes a 2015 y 2016, a 9,5% y 8,7% en cada caso. “Ello se debe fundamentalmente al aumento de las expectativas de depreciación en el primer caso, y a la actualización de las variaciones esperadas de las tarifas públicas en el segundo”, explica, estableciendo que “el dólar compatible con una inflación cercana a 10% sería superior a 30 pesos por dólar”.

Las líneas

El informe también trata los actuales lineamientos para la sexta ronda de los Consejos de Salarios y destaca “dos novedades” respecto de lo observado en los convenios acordados en las anteriores rondas. Por un lado, se propone establecer ajustes de salarios nominales, sin mecanismos de indexación, y por otro, niveles de crecimientos nominales, que muy probablemente impliquen niveles de crecimiento del salario real cercanos a 0%. Los argumentos que ha expresado el Ejecutivo para tales ajustes se reducen a una preocupación por el nivel de empleo y a la reducción de las presiones inflacionarias presentes, punto en el que Cinve se detiene.

En primer lugar, establece que el hecho de que la mayoría de los convenios caduquen recién en la segunda mitad de 2016 o bien una vez finalizado ese año “dota a la economía de una rigidez muy importante en materia de precios en el mediano plazo”, ya que los componentes indexatorios en los ajustes salariales seguirán vigentes. Por otro lado, advierte que la estimulación a la clasificación de los sectores según el desempeño económico esperado “podría dar lugar a comportamientos estratégicos por parte de trabajadores y empresarios”, y por lo tanto redundar en un “alto grado de incertidumbre” en la proyección inflacionaria.

Teniendo esto en cuenta, Cinve destaca que la inflación sería “virtualmente igual y sólo mínimamente inferior en 2016 tanto si se siguen los nuevos lineamientos, como si se continuara con el esquema anterior”, por medio del cual el aumento real de los salarios ascendería a 1%. “Luego, hacia 2017, la inflación cedería hasta 8,4% -agrega-, menguada, tanto por el importante crecimiento esperado de los salarios más sumergidos, como por la presencia de algunas rigideces estructurales presentes en la actual estructura de precios”.

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