El gobierno del presidente Tabaré Vázquez enfrentará su primer paro general de 24 horas este jueves. La aprobación de la medida no generó ningún tipo de polémica en la interna del PIT-CNT: fue votada por unanimidad. Si bien la plataforma incluye diversos temas, como el rechazo al Acuerdo de Liberalización del Comercio de Servicios (TISA, por su sigla en inglés), la necesidad de una mayor inversión y la defensa de las empresas públicas, lo que más irritó en la central sindical fue el cambio en los lineamientos que el gobierno aplicará en estas rondas de los Consejos de Salarios del sector privado, explicaron varios dirigentes sindicales.
La nueva pauta tiene al menos tres elementos que molestan al PIT-CNT. Uno de ellos es que los ajustes por inflación de los convenios que se van a firmar en esta ronda se realizarán por primera vez a los dos años del ejercicio del convenio y no anualmente, como se realizaban hasta ahora. Otro es que los incrementos salariales previstos cada año (que van de 8% a 10% en el primero, en función del sector económico) se completarán en dos tandas, de forma semestral en lugar de anual, como pretende la central. El tercer elemento que irrita al PIT-CNT es que la pauta no garantiza un incremento del salario real que se acompase con el crecimiento de la economía, y, de hecho, fija topes de incremento salarial por sector, que sólo podrán ser superados en la medida en que esos aumentos no se trasladen a los precios. El movimiento sindical también cuestiona que todavía no se haya dado a conocer cuáles serán las pautas en el sector público.
En tanto, la protesta de la central ante la estrategia del gobierno de recortar las inversiones de las empresas públicas (“jugar al achique”), ilustrada en el detenimiento de la construcción del Antel Arena, fue parcialmente apaciguada por el gobierno la semana pasada, cuando el propio presidente Vázquez anunció el plan de inversiones que prevé llevar adelante, con más de 8.300.000.000 de dólares de inversión pública. La noticia fue recibida con beneplácito en el PIT-CNT, que, no obstante, reclama información más detallada sobre cómo se utilizarán los recursos públicos para financiar este plan.
Vigilia
A diferencia de lo que es habitual en los paros generales, el jueves no habrá un acto masivo. Sí habrá, a partir de mañana, “campamentos” y “fogones” en muchos barrios de Montevideo y en varias ciudades del interior. El día del paro, en la sede del PIT-CNT, cerca del mediodía, la Mesa Representativa de la central brindará una conferencia para exponer su plataforma. Lo más probable es que los voceros sean el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, y el secretario general, Marcelo Abdala, aunque los detalles se definirán en la sesión del Secretariado Ejecutivo de mañana. También están invitados a participar en esa actividad la Federación Uruguaya de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua y la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, que apoyan el paro.
Curiosamente, una reunión interna del Poder Ejecutivo estudiará ese mismo día el armado del presupuesto quinquenal, lo que incluirá las pautas salariales del sector público. El director nacional de Trabajo, Juan Castillo, dijo que los temas que se traten el 6 van a ser comunicados en el Consejo Superior Tripartito del sector público el viernes 7. El jerarca también adelantó que los ajustes de inflación para las funcionarios públicos van a ser diferentes a los que se definieron con los trabajadores privados.
Un quinquenio
En circunstancias diferentes ocurrió el último paro general de 24 horas en el país, hace casi cinco años, el 7 de octubre de 2010. Se trató del único paro general contra el gobierno de José Mujica y, a diferencia del que está fijado para el jueves, el debate dividió fuertemente a la interna del PIT-CNT, al punto de que la medida no contó ni con el apoyo de la corriente sindical Articulación ni con el de Castillo, por entonces coordinador de la central. El paro fue aprobado con 24 votos a favor, ocho en contra y ocho abstenciones. La medida se efectuó en rechazo al por entonces proyecto de presupuesto quinquenal y a la falta de negociación colectiva en el sector público.
Castillo, que por entonces era parte del PIT-CNT y ahora ha tenido que negociar con el movimiento sindical las pautas salariales del gobierno, sostuvo que no cree que las pautas sean el motivo principal del paro. “Hay temas como el 6% del Producto Interno Bruto para la educación, el rechazo al TISA o el presupuesto quinquenal. Si hubiésemos comprendido todas las demandas del movimiento sindical, ¿se hubiera rechazado el paro? Se dieron muchas circunstancias que llevaron a esta medida”, sostuvo.
También opinó sobre las pautas salariales: “Armar los lineamientos fue muy trabajoso. Los trabajadores y los jubilados merecerían una respuesta mucho mejor y mayores aumentos. Pero no es un problema de justicia, sino de tener los pies en la tierra y ver qué pasa en la región, con una economía que crece a menor ritmo que antes”. Entonces, según Castillo, es necesario “ver de qué manera se prioriza no sólo que no se pierdan puestos de trabajo, sino que los salarios más sumergidos puedan crecer un poco más”.