En las redes sociales se celebraba el lunes la liberación del hombre de nacionalidad siria que ingresó a Uruguay con documentos falsos, que por ese motivo fue procesado con prisión por la Justicia. Se felicitaba también a la ex vicecanciller Belela Herrera, quien pagó la fianza que posibilitó la excarcelación, aunque ella aclara que sólo ejecutó una acción que planificaron varias personas. “Mucha gente estaba juntando plata, y dije: ‘Vamos a hacerlo rápido; pongo y después vemos’”, explica. La liberación del padre posibilitaría, pensaron varios, la reunión con su hijo, internado en el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) desde que a su padre lo metieron preso. Pero no. Ahora la Justicia exige documentación que pruebe la filiación entre padre e hijo, o la legalidad de la tenencia.
Se hicieron contactos con Alemania, donde está la abuela del niño, pero no se la pudo ubicar. La presidenta del INAU, Marisa Lindner, explicó que el organismo tiene en su poder la cédula del niño y los papeles que prueban la tenencia, pero que se exige legalizarlos. “Estamos consultando con jurídica. Los dos caminos posibles -estamos visualizando cuál es el más rápido- es o bien legalizar esa documentación, o bien realizar una prueba de ADN. Si la legalización no lleva más tiempo que el ADN, vamos a optar por lo primero, porque lo segundo es más invasivo: tiene que ver con la intimidad del niño y del padre. Ahora, si demora mucho tiempo, en todo caso hay que hablar con el papá para ver si está de acuerdo” en hacer la prueba, informó Lindner. La jerarca afirmó que el niño ha estado en comunicación con su padre todos los días y que a partir de ahora, que está en libertad, “se van a facilitar todos los mecanismos para que pueda verlo cuantas veces quiera”.
Belela Herrera sostuvo que toda la situación es “una brutalidad” y que las exigencias judiciales “violan completamente la ley de refugio”, en la que se señala en forma “clarísima” que “hay que evitar las formalidades procesales”. “Es un absurdo. ¿Cómo le van a pedir a un país en guerra que busque la partida de nacimiento de un niño?”, reclamó. Recordó que los sirios ingresaron al país desde Brasil, que es “un país muy exigente en todo lo que tiene que ver con documentación”. “¿Cómo estaba viviendo en Brasil el niño con el padre si resulta que no es el hijo? Pregúntenle a Brasil. Todo esto es una brutalidad”, concluyó.