Todo este asunto es relativamente nuevo. Las aplicaciones como Uber, sus choferes, las posibles regulaciones, las posibles sanciones. También es nueva una asociación que se presentó recientemente bajo el nombre de Asociación de Conductores Uruguayos de Aplicaciones (ACUA) y que reúne, por el momento, a conductores de Uber e Easy Go. El principal objetivo que tienen es “la regulación del sector” y la creación de “canales de diálogo con los diferentes actores, brindando información y apoyo a todos los conductores que la integran” en el reclamo al “derecho constitucional al trabajo”. Según explicó a la diaria Gerardo Sastre, uno de los voceros de la flamante organización, los conductores empezaron a ver que “todo el mundo hablaba, se reunía” y ellos “quedaban a un lado”. Otro de los voceros, Esteban Queimada, explicó que no se unieron antes “por miedo” y “porque el Estado no ofrece garantías”. Sastre agregó: “Intentamos que haya reglas parejas para todos, que podamos trabajar en armonía y tranquilidad, y no ser perseguidos ni por la intendencia ni por el sector del taxi”. Solicitaron ser recibidos por el intendente de Montevideo, Daniel Martinez, por las comisiones de Ciencia y Tecnología y de Transporte del Parlamento, y el lunes irán a la Junta Departamental de Maldonado, donde el edil del Partido Nacional Adolfo Varela presentó un proyecto regulatorio para Uber en el departamento.
La historia de las palabras
Varios medios salieron rápidamente a hablar del “sindicato” de los trabajadores de Uber y otras aplicaciones. Es un dato, como mínimo, erróneo. “¿Cómo vamos a armar un sindicato de algo que no está regulado?”, se pregunta Queimada, y dice que no se consideran empleados de la empresa, aunque se consideran trabajadores. En los hechos, y según expresaron los afiliados, no hay empleados, sino que los conductores son dueños de los taxis. Los voceros dejaron en claro que no son un sindicato y que, por lo tanto, la posibilidad de integrarse al PIT-CNT no estaba siendo manejada. Para Carlos Silva, secretario general del Sindicato Único de Automóviles con Taxímetro y Telefonistas (SUATT), los recientemente asociados no manejan esa posibilidad “porque no se sienten trabajadores ni se consideran empleados de una multinacional”. Silva dijo también que “los reclamos que tienen son para que regularicen y hagan legal esta aplicación, que les permita trabajar” y que “no son reclamos contra la multinacional, sino reclamos contra el Estado”, por lo que, “claramente, se visualizan como socios de la empresa”. Agregó que estos trabajadores “son presa de las políticas de una multinacional que lo que hace es recontraflexibilizar todos los derechos laborales”, y alertó sobre la posibilidad de que en adelante, y en caso de ser regularizado, Uber permita que una persona registre una flota de taxis y choferes en la aplicación, lo que para el SUATT significaría “profundizar la flexibilización”.
Desde ACUA dicen no tener ningún vínculo particular con la empresa, salvo el uso del aplicativo, pero que se necesitan mutuamente y que la relación es un “ida y vuelta”. Queimada también quiso destacar que aunque los choferes de Uber “dan una imagen de que son jóvenes, andan bananeando y se la llevan de arriba”, “eso no es así: hay mujeres jefas de familia, desempleados, estudiantes que se están pagando los estudios”, y la modalidad constituye una “boca de trabajo para más de 4.000 personas”. Dijo no entender “por qué se tranca solamente por el peso y la presión de un sindicato”, a pesar de que el sector patronal del taxi ha sido de los que más han hecho sentir su voz contra el ingreso de estas aplicaciones al mercado. Queimada expresó que “la asociación no tiene nada en contra del sindicato del taxi”, pero “no nos identificamos” con él.
Silva, por su parte, dijo que hasta el momento no han tenido ningún vínculo con los conductores de los aplicativos ni han recibido ninguna propuesta de diálogo. “Nosotros con esos trabajadores en un ámbito institucional no tenemos nada de qué hablar, lo que no quita que en otro tipo de instancia podamos conversar. Pero no vamos a aceptar ninguna representación de ellos a la hora de negociar alguna salida a esta situación”, aclaró. Agregó que los recibirán “con mucho gusto” en su local sindical, pero que si la intendencia convoca al SUATT y a ACUA, “el SUATT no irá y denunciará el ámbito”.