El VI Congreso Rodney Arismendi entró en un cuarto intermedio y continuará en marzo. Así se resolvió ayer, sobre el final de la tarde, en una reñida votación en la que el grueso de los representantes de las bases, con el apoyo del Partido Comunista, logró aprobar una moción para que la mayoría de los capítulos del documento de actualización ideológica se continúen discutiendo en el ámbito del Congreso. Los sectores mayoritarios del Frente Amplio (FA), en cambio, preferían que fuera el plenario el que definiera la redacción final del documento. El triunfo de las bases fue celebrado agitando banderas, con cantos de “Soy del Frente” y “el Frente unido jamás será vencido”, que incluso fueron coreados con sonrisas por quienes presentaron la moción perdedora.
“Principios y valores compartidos” era el nombre del documento de actualización ideológica que comenzó a discutirse ayer, y del que se aprobó casi totalmente el capítulo 1, sobre “valores comunes”. La Unidad Temática por los Derechos de las Ciudadanas del FA, en un encuentro nacional realizado a principios de mes en el balneario La Paloma, había resuelto proponer al Congreso incorporar a los valores de la coalición de izquierda -libertad, igualdad, trabajo, justicia, solidaridad, democracia, paz, carácter antioligárquico y antiimperialista- las definiciones del FA como una fuerza política “antipatriarcal y antirracista”, propuesta que resultó aprobada.
El capítulo contiene críticas a “la derecha”, porque “apuesta a un país fracturado”, promueve una “ideología antisolidaria” y “la fractura del tejido social”, mientras el FA busca una “sociedad igualitaria”, “sin explotados ni explotadores”. Se indica que la solidaridad “se confronta cotidianamente en la lucha con antivalores individualistas, conservadores y consumistas, que generan falsas expectativas y permanentes frustraciones”, así como con “los enfoques económicos neoliberales, que marcaron la impronta del Uruguay en el pasado reciente y que aún constituyen enfoques dominantes en muchas sociedades de la región y el mundo”.
Otra incorporación realizada por el Congreso al capítulo I del documento base sobre valores propone “trabajar para la autonomía y cogobierno en toda la educación pública”. En el documento se sostiene que es “irrealizable” exigir al sistema educativo que solucione condicionamientos que son “de clase”. Propone construir y consolidar “una nueva matriz de protección social cuyo propósito sea asegurar el pleno ejercicio de los derechos de todas y todos los habitantes del país en condiciones de equidad”.
El Congreso incorporó un agregado que sostiene que “los Derechos Humanos, las libertades, la democracia, la honestidad y la austeridad republicana son medios y fines”, y que los medios deben estar “en consonancia” con los fines. Incluye el rechazo “a toda forma de corrupción” y propone las declaraciones juradas patrimoniales y el levantamiento del secreto bancario para los gobernantes.
A propuesta del Partido Socialista, el Partido por la Victoria del Pueblo y representantes de las bases, entre otros, se estableció una serie de modificaciones al capítulo I. Por ejemplo, se incorporó que en la lucha por verdad, memoria y justicia no habrá “espacio alguno para la impunidad”. Se sustituyó el concepto de “violencia en el ámbito doméstico” por “violencia de género” y se incluyó la necesidad de rechazar la “violencia institucional”. Además, se incorporó la definición de que “las fuerzas sociales, sindicales y estudiantiles constituyen el bloque social de los cambios”.
Restaba discutir cuatro capítulos del documento y eran las cinco en punto de la tarde cuando el presidente del FA, Javier Miranda, propuso dos mociones contrapropuestas para continuar la discusión. Una de ellas, firmada por la mayoría de los sectores, sugería encomendar al Plenario Nacional del FA que definiera la constitución de una comisión que, a partir de todas las mociones presentadas el fin de semana y del documento base, trabajara en la elaboración de una síntesis. Proponía, además, que el plenario resolviera la redacción final del documento, que luego debería ser refrendado por un Congreso. Los encargados de argumentar a favor de esta moción fueron el diputado del Movimiento de Participación Popular Alejandro Sánchez, quien aclaró que la decisión en el plenario no coartaba la discusión en las bases, y el diputado de Alianza Progresista Óscar de los Santos, quien enfatizó que la división no es entre sectores y bases (del FA), sino entre la oligarquía y el pueblo.
La otra moción, firmada por la mayoría de los representantes de las bases, proponía continuar la discusión y eventualmente que el Congreso pasara a un cuarto intermedio hasta marzo, para profundizar en aquellos temas que no se pudieron abordar este fin de semana. Esta fue la que resultó vencedora, en medio de aplausos y para sorpresa de los principales dirigentes del FA.