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Jorge Larrañaga y Jorge Gandini, ayer, en el Club de Bochas Belvedere. Foto: Alessandro Maradei

Larrañaga dijo que la candidatura de Alianza Nacional se definirá el año que viene

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Con 28% de intención de voto en la última encuesta de Equipos y a tan sólo cinco puntos del Frente Amplio (FA), el Partido Nacional (PN) parece tener serias chances de competir en las próximas elecciones e incluso de quedarse con el gobierno, si es que logra alinear al resto de la oposición. Los mediocres índices de aprobación del gobierno del presidente Tabaré Vázquez, sumados a los cambios políticos en la región, hacen que muchos dirigentes nacionalistas crean que es muy posible que luego de 30 años los blancos vuelvan al poder. Pero no todos los blancos se preparan en las cuchillas de igual modo: mientras que el senador nacionalista Luis Lacalle Pou y su sector, Todos hacia Adelante, salieron bien perfilados del proceso electoral de 2014 y ahora viven sin mayores contratiempos a la interna, la figura del ex candidato a la vicepresidencia por el PN Jorge Larrañaga parece sufrir una serie de cuestionamientos internos en un sector que oscila entre convertirse en “movimiento” y mostrar sus primeras fisuras.

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Tanto la candidatura de Larrañaga en 2004 como su sector político, Alianza Nacional (AN), significaron un auténtico impulso renovador en el nacionalismo de aquel entonces. El Guapo incluso logró batir holgadamente a Luis Alberto Lacalle y luego consiguió la mejor votación de su partido desde la victoria del ex mandatario hasta ahora: más de 34%. Esa cifra fue bastante más alta que la que los blancos obtuvieron con Larrañaga como candidato a vicepresidente: en 2009 la postulación de Lacalle logró 29%, y en 2014 su hijo, Lacalle Pou, arañó el 31%.

Sin embargo, el peso de haber perdido dos elecciones internas parece estar cobrándole sus primeras facturas a Larrañaga, cuyo sector político parece bastante más eficaz a la hora de ganar elecciones departamentales. La campaña electoral de las últimas elecciones nacionales le dejó un saldo controvertido: mientras que logró incorporar a la actual senadora Verónica Alonso y a los ex legisladores Francisco Gallinal y Ana Lía Piñeyrúa, perdió a otros dirigentes, como el ahora senador Javier García (lista 40), el entonces también miembro de la cámara alta Sergio Abreu, el diputado Mario Silvera y el ex senador Ruperto Long.

En la nueva legislatura Larrañaga ha perdido solamente un diputado -Daniel Peña, en manos del empresario Edgardo Novick-, pero su sector está comenzando a dar indicios de algunas fisuras. La intendenta de Lavalleja, Adriana Peña, quien rompió relaciones con el diputado de AN de su departamento (Mario García) en setiembre, cuestionó abiertamente el liderazgo de Larrañaga en unas declaraciones que hizo en el programa Quién es quién, de Televisión Nacional de Uruguay. Si bien la jerarca departamental admitió que el partido tiene “dos líderes”, dijo que no sabe “si el Larrañaga de ahora es el mismo de hace cinco años”. “Larrañaga es Larrañaga. Apostaría hoy a que él va a ser candidato, pero el tiempo lo va a decir. Hoy no puedo decir si lo apoyaremos si es candidato, porque hay que ver sobre qué línea vamos a trabajar; hoy estamos orejeando”, afirmó, para luego asegurar: “Para seguir a un líder, yo tengo que estar convencida de que es la persona indicada, y en este momento no me convenzo”.

En esa entrevista, la intendenta también dijo que sería bueno acordar la fórmula presidencial nacionalista con antelación a la elección interna, para evitar el desgaste de esta instancia. “Ahora hay instrumentos suficientes para saber cómo viene la mano, entre ellos las encuestas. Hay que ver cómo está en ese momento el Partido Nacional. Pero yo estoy de acuerdo con arreglar, porque el desgaste económico de la interna es brutal”, sostuvo. Finalmente, admitió que se tiene fe con una posible fórmula Lacalle Pou-Peña para derrotar al FA.

Peña ha tenido algunos encuentros políticos con otros jerarcas comunales de AN, como Sergio Botana, de Cerro Largo, Dardo Sánchez, de Treinta y Tres, Enrique Antía, de Maldonado, y Eber da Rosa, de Tacuarembó (quien, sin embargo, no se identifica como un intendente del sector). Peña dijo en esa entrevista que con ellos se encuentra en un “impasse de observación de lo que pasa en el partido”, aunque Da Rosa acotó que las declaraciones de la intendenta fueron “a título personal”. Cercanos a este grupo también aparecen la senadora Verónica Alonso, el diputado Pablo Iturralde y “otros legisladores”, admitió Da Rosa.

Alonso e Iturralde compitieron y triunfaron en la interna del sector contra la lista 250, encabezada por Jorge Gandini, Pablo Abdala y Ana Lía Piñeyrúa. Tanto los intendentes como los legisladores continúan integrando el sector, pero algunas declaraciones hacen suponer ciertas diferencias. En diálogo con la diaria, el presidente de la Juventud del PN, Gonzalo Baroni, quien además pertenece a la agrupación Los Jóvenes Blancos que lidera Iturralde, dijo que si bien se encuentran dentro de AN, han tenido “discrepancias” con la forma de funcionamiento del sector. “Hay cosas que estamos dispuestos a discutir. Teniendo los espacios o ámbitos de discusión adecuados, estamos dispuestos a dar la batalla donde sea”, dijo el dirigente. No obstante, acotó que esos espacios “hoy no están” disponibles en el sector. “De pronto queremos una conducción más colectiva que personal, pero en eso hay una crisis de discusión, y los principales exponentes [de esto] son algunos de los intendentes, Alonso o Iturralde, que son los que están planteando alguna diferencia en ese tipo de conducción”, sostuvo.

Últimamente Alonso ha confrontado con Larrañaga menos que Peña, pero su rápido ascenso político nunca ha generado confianza entre los dirigentes más cercanos al Guapo. Su intento de intermediar una reunión entre Vázquez y Lacalle Pou (a quien definió como “el jefe de la oposición”) en enero generó malestar en la interna del sector. En setiembre, Alonso dijo a Radio Montecarlo que no descartaba ser candidata a la presidencia en 2019, y criticó las candidaturas elegidas por “cúpulas partidarias entre cuatro paredes”. Su eventual postulación, sostuvo, “no depende” de ella, sino “de lo que piense la opinión pública y de cuál es el apoyo que se consigue en una instancia electoral”.

Para más adelante

A pesar de todo lo que se ha dicho, la senadora Alonso y Larrañaga coinciden en una premisa que no es menor: “No son tiempos electorales”. Ayer el Guapo volvió a insistir en esta definición, durante un acto en Belvedere de la lista 250, que orienta Gandini. El senador desmintió la versión, que también circuló ayer, de que él mismo había anunciado en la agrupación parlamentaria del sector que sería candidato en 2019: “No hemos hablado del lanzamiento de candidaturas. El país tiene importantes problemas que resolver y en eso estamos. El tema de las candidaturas seguramente sea para el año que viene”.

Larrañaga aprovechó la oportunidad para cuestionar la propuesta de Peña de saltearse las internas: “El PN no sería el PN sin internas. Es insustituible, es imposible que no se tengan elecciones internas dentro del PN, y eso va a más allá de las candidaturas. Las internas tienen el efecto de legitimación imprescindible. No hay acuerdo posible que pueda sustituir la voluntad de la gente”. Luego, sostuvo que el sector todavía no ha definido si tendrá más de un candidato: “Todo está por hablarse”, dijo, aunque agregó que para eso es necesario “mirar los antecedentes y ver cuál es el posicionamiento político, porque desde este espacio wilsonista pretendemos ser la mayoría del PN, ganar la elección interna, para después ganar la elección nacional”. Por último, opinó que su sector necesita ir hacia un espacio político “que pueda reflejar varios sectores con distintas listas y expresiones senatoriales. Eso va a vigorizar al sector y al partido”.

Los dirigentes de AN más cercanos a Larrañaga coinciden con este en que es necesario transformar al sector. “Ya se ha hablado de que en el sector tiene que haber una lógica de movimiento, donde puedan abrevar distintas fuentes. Que haya unidad dentro de la diversidad”, resumió el diputado sanducero Nicolás Olivera, parafraseando una construcción casi bíblica en el FA.

En tanto, el senador Carlos Camy, uno de los legisladores de mayor confianza de Larrañaga, dijo que este proceso implica “que haya lugar para distintas expresiones que enriquezcan el sector político. Se trata de generar un movimiento plural para la mejor expresión política para eso”. A pesar de las dilaciones, el legislador no duda de que el Guapo va a ser candidato a la presidencia.

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