Ingresá

Concentración de los trabajadores de supermercados, ayer, frente a la Dinatra. Foto: Pablo Vignali

Trabajadores de supermercados salieron de la Dinatra disconformes con el planteo patronal

2 minutos de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Algunos supermercados hicieron paro por 24 horas, otros, paro parcial, y algunos, como Tienda Inglesa y Ta-Ta de Montevideo Shopping, fueron ocupados, pero el resultado fue negativo para todos los trabajadores. En la reunión tripartita de ayer, en la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), la Asociación de Supermercados del Uruguay (ASU) presentó una contrapropuesta a los planteos de la Coordinadora de Sindicatos de Supermercados, afiliada a la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (FUECYS). Se trató de la quinta reunión de la sexta ronda de los Consejos de Salarios. Los trabajadores, según dijo el dirigente Richard Mateo a la diaria, consideraron el planteo “poco serio”. “Nos fue bastante mal. Más que avances, hubo retrocesos”, evaluó.

La consigna de la concentración en la puerta de la Dinatra, con la excusa de Halloween, fue “Nuestros salarios dan miedo y la fiesta la hacen las patronales. No queremos golosinas, queremos sueldos dignos”.

La plataforma de los trabajadores incluía varios puntos, y la patronal no aceptó ninguno. Uno de ellos era un salario mínimo de 20.000 pesos, ya que, según comunicó FUECYS, un auxiliar de venta está cobrando 15.078 pesos. ASU aceptó el aumento a partir de enero, pero incluyendo dentro del monto la partida por presentismo, una propuesta que el sindicato rechaza. Otro punto de desacuerdo fue la antigüedad, que hoy se está cobrando a 180 pesos por año; la patronal sugiere un aumento a 200 pesos, pero los trabajadores exigen 300 y consideran que lo que propone ASU es “un chiste”, según Mateo.

Otras exigencias son correctivos anuales y ajustes semestrales. Para el sindicato, las negativas por parte de ASU no se justifican monetariamente. “En esta oportunidad no es un sector de conflicto. Muchas cadenas ampliaron su cantidad de locales e hicieron muchísimas reformas”.

Según el dirigente, también hay preocupación por la aparición de cajas automáticas. “Lo que va a pasar es que se van a eliminar algunos puestos de trabajo”, dijo Mateo, pero aclaró que, de momento, no es un elemento a considerar en la plataforma sindical. “Vamos paso a paso”.

“Estamos a la espera de una nueva fecha para que vengan con una propuesta seria”, remató.

No bancan

También hay controversias sobre lo que se llama el “quebranto de caja”, o sea, una partida mensual para las cajeras, de la cual se resta la diferencia negativa que pueda haber en la caja al final del día. Si el saldo es positivo, ese dinero se cobra entero. Actualmente son 600 pesos en la mayoría de las cadenas, pero el sindicato pretende que se aumente a 2.000 pesos. La justificación: en algunas cadenas, como Tienda Inglesa, se están haciendo depósitos y extracciones, que el dirigente de FUECYS considera “trabajos bancarios” y que implican un manejo de mayores sumas de dinero.

Para Elbio Monegal, presidente del Consejo del Sector Financiero Privado de la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU), el reclamo de FUECYS es “lógico y justo”. “Hoy hay cajeras que reciben depósitos de 500.000 pesos. El riesgo es mayor. No estamos de acuerdo con que empresas no bancarias desempeñen funciones de bancos”, dijo a la diaria. La medida existe desde enero de 2015, cuando el Banco Central del Uruguay (BCU) habilitó a Tienda Inglesa como corresponsal financiero, una figura que puede incluir también a otros supermercados, farmacias y redes de pago.

Para Monegal, en los supermercados “no hay expertise necesario ni un nivel de seguridad como el de los bancos”, lo que representa un riesgo para trabajadores de las grandes superficies y los clientes. “Nosotros [AEBU] le planteamos el tema al BCU, y nos dijeron que tenemos que adecuarnos a la realidad. Estamos de acuerdo con que cualquier uruguayo pueda acceder a productos bancarios, pero hay que ver en qué condiciones y en qué lugares”, agregó. El quiebre de caja de un bancario, por ejemplo, es de 20.000 pesos.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura