Si bien la presidenta de la comisión directiva del Ineed, Alex Mazzei, valoró como “muy importante” el aprendizaje que ha significado trabajar con organismos internacionales en el área de la evaluación educativa, sostuvo que “no obstante, las diferencias de contexto no están consideradas” en el programa propuesto.
Mazzei también recordó que la muestra realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de 6.062 estudiantes uruguayos de 220 centros educativos, “no es una mirada ni sobre el nivel educativo ni sobre todo el sistema educativo”, sino que “incluye sólo a alumnos de 15 años”, en esta ocasión nacidos entre mayo de 1999 y abril de 2000.
Según el informe presentado el martes, Uruguay subió 19 puntos en ciencias naturales, 26 en lectura -dos de los mejores resultados desde que se sumó al programa en 2003- y nueve puntos en matemáticas respecto de los resultados obtenidos en la evaluación de 2012.
Más allá de las conclusiones que se pueden sacar a simple vista, Mazzei sostuvo que los datos “no son ni para celebrar ni para velar, sino para aprender”; “hay que verlos en relación a lo que se proponen y no a las expectativas que se generan”. “En el país no está desarrollada la cultura de evaluación, y a veces nos quedamos en un dato y perdemos de vista el contexto de la evaluación”, agregó.
Dudosas extrapolaciones
Por su parte, el director ejecutivo del Ineed, Mariano Palamidessi, consideró que “PISA es una medición entre otras” y la importancia de esta radica en que “aporta la posibilidad de comparación internacional”, en la que Uruguay mantiene una posición “importante” en la región cuando uno toma los promedios, “aunque a veces estos no digan mucho”, reconoció.
También resaltó la necesidad de mirar los datos con una perspectiva de mediano plazo, y agregó que en este sentido, los de 2015 “no confirman una tendencia descendente”, sino que “vuelve sobre la línea de rendimientos” que presentaba Uruguay previo a 2012. Uruguay se inició en las pruebas en 2003 y, desde entonces, participó en las ediciones de 2006, 2009, 2012 y 2015. “Cuando uno mira toda la serie, lo que ve es bastante estabilidad en resultados”, sostuvo, porque “los movimientos que hay son pequeños”.
Alejandro Maiche, otro de los integrantes del Consejo Directivo del Ineed, consideró que hay un error conceptual en tomar cada uno de los puntos y extrapolarlos. Las pruebas PISA se realizan cada tres años, y “pensar en que existe una tendencia lineal no es real, porque no tenemos ningún dato para confirmarla”, sostuvo.
En la misma línea, el representante de la educación privada en el directorio del Ineed, Pablo Cayota, consideró que habría que incorporar una mayor complejidad en el análisis. “A veces simplificamos las lecturas, pero en la evaluación de la educación la clave del tiempo es esencial. Ninguna política en educación da resultados de manera inmediata, y tampoco un resultado aislado nos da una visión completa de la realidad”, afirmó.
Más allá de estas observaciones preliminares, el Ineed presentará la evaluación formal de los resultados obtenidos en las pruebas PISA en marzo de 2017.
A dos tiempos
El Ineed aprovechó la instancia para volver a anunciar el lanzamiento de Aristas, un programa de evaluación educativa a nivel local que pretende realizar de manera anual, para tener un mejor seguimiento de los resultados en tres niveles educativos: tercero y sexto de escuela, donde será lanzado el año que viene, y tercer año de ciclo básico, que se incorporaría en 2018, tras una prueba piloto durante 2017.
Aristas pretende incluir, además de evaluaciones en ciertas áreas educativas, “otros aspectos de la educación” que no son contemplados en la mayoría de los casos: las habilidades socioemocionales de los niños y adolescentes.
Maiche consideró que esta mirada es “positiva” porque “nos estamos empezando a dar cuenta de que en saber matemática, por ejemplo, también se juega mucho el nivel de ansiedad que tengo ante la materia o el nivel de manejo que tengo con quien me presenta el problema, y con la capacidad de enfrentamiento que tengo con los problemas en general”. El psicólogo consideró que “los docentes no sólo enseñan las materias, sino también cómo uno se debe enfrentar a los problemas”, y por eso “un sistema educativo que realmente pretenda mejorar los aprendizajes no puede dejar de mirar eso”.
Se está pensando que Aristas trabaje a nivel muestral en unos 120 centros educativos, pero los miembros del directorio presentes consideraron que “hay posibilidades de llegar a hacerlo a nivel censal” y, por ende, este aspecto “no está totalmente resuelto todavía”.