Ingresá

Regresó Diyab desde Sudáfrica

Menos de 1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

El ex recluso de la prisión estadounidense de Guantánamo y refugiado en Uruguay Jihad Diyab debió regresar de Sudáfrica, país al que quería llegar para desde allí conseguir asilo en alguna nación árabe, el sábado de noche, según adelantó el diario La República y confirmó después a Telenoche el canciller Rodolfo Nin Novoa. El refugiado sirio había partido de Montevideo el jueves de la semana pasada tras conseguir que amigos en el exterior le costearan el pasaje de avión. Vale recordar que Diyab ha realizado huelgas de hambre para exigir su traslado a un país donde pueda estar con su familia. Sin embargo, eso no ha podido resolverse. “Diyab es un refugiado, es un hombre libre, va adonde quiere y cuando quiere. Lo que él ha hecho es irse a un país que pide visa. No tenía la visa y el país receptor lo va a mandar de vuelta”, dijo el sábado el ministro de Relaciones Exteriores, quien confirmó que el refugiado “llegó hasta [la ciudad de] Johannesburgo”. Hay que dejarlo en paz, hay que sacarle los micrófonos de arriba. La ley de refugiados establece la confidencialidad de la identidad de estos para que no haya represalias. Yo exhorto a todos aquellos que quieren a Diyab a que lo dejen vivir en paz y que trate de rehacer su vida acá, de la manera que pueda y que nosotros podamos ayudarlo”, concluyó Nin Novoa sobre el tema.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura