Las calles de La Pedrera ya están limpias otra vez. Cerca de 350 funcionarios de la Intendencia de Rocha lograron quitar del escenario poscarnaval seis toneladas de residuos antes del mediodía de ayer. Así lo informó la comuna por medio de la cuenta de Twitter @GobiernoRocha, desde la que difundió imágenes de la zona ya limpia. “La basura a media mañana ya no estaba”, afirmó a la diaria Aníbal Pereyra, intendente de Rocha, quien consideró un éxito la fiesta que se desarrolló el domingo y el lunes en el balneario La Pedrera.
“Había la misma cantidad de gente, o más, que el año pasado. Fue una fiesta que se desarrolló con normalidad”, evaluó el intendente. Pero, más allá de este éxito, aclaró que hubo cerca de una decena de denuncias por hurto, personas con exceso de alcohol y unas 20 con irritación en los ojos, debido a la espuma -que se vendía por doquier- con la que algunos procuraron herir a sus colegas de festejo. El alcalde de La Paloma, José Luis Olivera, indicó a la diaria que “algunos muchachos tuvieron irritación importante en los ojos y debieron ser llevados a la emergencia”. Tras los festejos, en tanto, el director de Ambiente de la comuna rochense, Fausto de León, concluyó: “Se disfrutó de la fiesta, se minimizó la venta de bebidas alcohólicas en envases de vidrio y se dejó el espacio público como estaba”.
En cuanto al saldo de detenidos tras los dos días de carnaval, Olivera dijo haber hablado con el jefe del operativo; éste le comunicó que no hubo más de cuatro. Uno de ellos era un “punga”, según contó; a los otros tres los detuvieron horas antes de que comenzaran los festejos, debido a que estaban hacía 36 horas con “punchi punchi”. Les decomisaron los aparatos de música por dos días.
“Rezan para que pase algo”
La secuencia se repite año tras año: vecinos que se quejan, otros que se quejan de éstos con el argumento de que es carnaval, y así hasta que las aguas se calman y se vuelve a la normalidad. Jóvenes en Twitter se quejaron de la inseguridad y de que las mujeres son “toqueteadas” en el tumulto. Sobre estas críticas, muchas de ellas sustentadas en hechos reales, Pereyra señaló que el carnaval de La Pedrera “se mira con una lupa en vez de verse como un festejo, y hay algunos que rezan para que pase algo”. Continuó: “Hay mucha gente que quisiera que el carnaval fuera de ellos. Por algo La Pedrera tiene un valor que se generó a partir de toda esa dinámica. Hay que seguir conservando ese patrimonio”.