Encabezada, como siempre, por la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, este año en la pancarta se leía la consigna “Ellos en nosotros. Contra la impunidad de ayer y hoy. ¡Verdad y justicia!”. En el trascurso de la movilización, alguien puso sobre esa pancarta una foto de Luisa Cuesta acompañada de la frase “En tu nombre”, que permaneció en ese sitio hasta el final. La marcha partió de Rivera y Jackson, tomó por la avenida 18 de Julio y culminó en la plaza Libertad. Tomados de las manos, jóvenes de la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay hicieron cordones humanos a ambos lados de quienes encabezaban la manifestación.
El silencio, dominante durante el trascurso de la marcha, sólo se vio interrumpido por el “presente” de los manifestantes cada vez que los altoparlantes decían el nombre de cada uno de los desaparecidos; al final, por la entonación del himno nacional, y luego por uno de los familiares, que gritó: ¡“Viva la democracia!”.
La pantalla gigante del Centro de Información Oficial (Impo), frente a la Intendencia de Montevideo, acompañó la movilización mostrando la foto de cada desaparecido en el momento en que se lo nombraba por los altoparlantes.
Cuadras más atrás de la pancarta principal, había otra que decía “Repudiamos la cobardía”, firmada por la Asamblea de Estudiantes de Antropología; una bandera uruguaya; una con el “Sí anular la impunidad” de la campaña por el plebiscito de 2009, que no consiguió los votos para eliminar la ley de caducidad, y otra que expresaba: “Crímenes de lesa humanidad, aquí y en Haití”, de la Coordinadora por el retiro de las tropas uruguayas en ese país.
Hoy como ayer
Este año, además, la marcha recordó los 40 años de la desaparición de Manuel Liberoff, de los 22 militantes que fueron traídos de Argentina en el conocido como “segundo vuelo”, del secuestro y la desaparición de la maestra Elena Quinteros y de los asesinatos de Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz, William Whitelaw y Rosario Barredo, ocurridos en Buenos Aires. También recordó los 45 años de la desaparición de Abel Adán Ayala Álvez, el primer uruguayo desaparecido, ocurrida el 17 de julio de 1971, y que se atribuye al Comando Caza Tupamaros Óscar Burgueño.
Testimonios masivos
La diputada del Frente Amplio Macarena Gelman, integrante del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia (GTVJ), creado por decreto del presidente Tabaré Vázquez, dijo a la diaria que esta marcha es “una reafirmación de la lucha, es una expresión de la gente de que este tema no está saldado”. “Inspira a seguir trabajando para que memoria, verdad y justicia sean una realidad”, agregó. En cuanto al trabajo que desarrolla el GTVJ, dijo que está en “un plan de digitalización” de la información, estudiando las leyes reparatorias, siguiendo las causas, y que el año que viene lanzará una “toma de testimonios masiva”. “Se realizará una convocatoria pública que abarcará todo el territorio nacional. Arrancaría el año que viene, porque hay que conformar el equipo que se encargará de eso. Estamos, además, por firmar la renovación del convenio con la Udelar, pero ampliado, para que además de historia y antropología, se incluya otras disciplinas, como psicología”, explicó.
Agregó que la información que recabe el GTVJ “va a estar a disposición de la Justicia”, y aclaró que por tener un integrante de Madres y Familiares en el grupo, el cruce de información con esa organización “es muy fluido”.
Pero con respecto al presente, Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos hizo especial énfasis en reclamar el esclarecimiento del robo de materiales de archivo del Grupo de Investigaciones en Arqueología Forense (GIAF) y las amenazas que recibieron sus integrantes, hecho que se constató el 28 de marzo en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FHCE) de la Universidad de la República (Udelar). Un grupo de personas que aún no fue identificado entró al lugar sin que sonaran las alarmas, se llevó archivos y discos duros de computadoras y dejó amenazas para cada uno de los integrantes del GIAF. Ignacio Errandonea, de Madres y Familiares, dijo que si bien las amenazas y robos “siempre existieron”, lo que pasó en la FHCE “es la gota que desbordó el vaso”. En su opinión, la marcha del viernes fue como todas las anteriores, pero estuvo “marcada” por lo sucedido. “Siempre hemos dicho que la impunidad, el no castigo a los culpables, puede llevar a que repitan. Esto es una demostración de eso. Hay un equipo terrorista que en otro tiempo aplicó el terrorismo de Estado, y hoy sigue actuando. Sigue siendo un peligro para la sociedad. Por eso reclamamos que las Fuerzas Armadas asuman su pasado, que digan qué es lo que piensan, que condenen el terrorismo de Estado y que se comprometan con toda la sociedad. Que digan que van a trabajar por la verdad y para que esto nunca más suceda”, agregó. Errandonea opinó que el robo en la FHCE responde a la reciente convocatoria pública que hizo Madres y Familiares para que se aporte información sobre el destino de los desaparecidos, y si bien “los compañeros del GIAF no se amedrentaron”, el flujo de información que venían recibiendo “ha disminuido un poco”. “Ese atentado apunta a quien pueda proporcionar información, pero se van a llevar un chasco, porque pueden saber qué pasó, qué nos dijeron, pero no quién lo dijo”, añadió. Errandonea dijo que “no puede ser que el gobierno chifle y mire para el costado”, y que “la Justicia debe actuar y la Policía debe actuar, porque los medios técnicos que demostraron tener para neutralizar una alarma y que no quede registrado no los tiene cualquiera a mano. Es muy poca la gente que puede tener acceso a eso. Por lo tanto, la Policía, si realmente quiere investigar, debe hacerlo y debe encontrar a los culpables rápidamente”.
El senador del Frente Amplio (FA) Rafael Michelini, hijo de Zelmar Michelini, también habló de ese tema. Dijo que el hecho “preocupa” porque “no fue ni un hurto ni un robo”, sino que “se quiso sacar la información” y “decir que ellos podían entrar en cualquier momento y en cualquier circunstancia y hacer lo que quisieran”. “Ellos quisieron que nosotros supiéramos que estuvieron, para decir ‘la impunidad sigue existiendo, nosotros somos impunes’. Ese es el mensaje. Pero contra esa impunidad, está esta marcha. Contra la impunidad de siempre, está el reclamo de verdad, de justicia, de memoria, que es muy importante para las nuevas generaciones, y de nunca más terrorismo de Estado”, afirmó.
Consultado sobre la negación sistemática, durante años, del Plan Cóndor por los militares, Michelini expresó: “Durante años se negó la existencia del Plan Cóndor, pero también negaron la desaparición de niños, los cambios de identidad. Durante años se negó la tortura; decían que los desaparecidos se habían fugado de las dependencias militares y, por lo tanto, negaban las desapariciones. La negación ha sido un elemento sustantivo de parte de ellos. Hoy ya todo eso se derribó; es más, durante años los militares uruguayos dijeron: el terror fue en Argentina, acá fue otra cosa, y después nos vinimos a enterar de que no sólo trajeron el segundo vuelo para matarlos a todos juntos en un mismo momento, sino también de que las violaciones fueron una práctica que se hacía en la tortura, tanto a mujeres como a hombres”. “Yo no sé si un día va a volver a pasar lo que ocurrió. Lo que sé es que este pueblo, con estas marchas, activo, atento, expectante, no va a permitir que eso ocurra, y si eso ocurriera nos va a encontrar a todos unidos en contra de eso”, concluyó el senador.