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Las organizaciones sociales que integran la Mesa de Trabajo sobre Mujeres Privadas de Libertad -Servicio Paz y Justicia, Rotary Club, El Abrojo y Cotidiano Mujer- concurrieron ayer a la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados. Allí plantearon su rechazo a la decisión del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) y del Ministerio del Interior de cerrar la cárcel El Molino, donde mujeres conviven con sus hijos, y trasladarla a la Unidad Penitenciaria Nº 5, más conocida como la Cárcel de Mujeres, ubicada en Colón.

El edificio de El Molino está en malas condiciones, pero las organizaciones discrepan con terminar una experiencia que ha merecido el reconocimiento internacional, por ser un espacio de convivencia que no tiene las características de un ambiente carcelario y por tener un fluido intercambio con el barrio en el que está inserta (Paso Molino).

Las organizaciones apoyan la propuesta de conseguir un lugar alternativo “donde se pudieran trasladar y que tenga condiciones adecuadas para contener mujeres privadas de libertad con hijos y no una cárcel con 350 mujeres”, resumió a la diaria Soledad González, de Cotidiano Mujer. Agregó que el nuevo director del INR, Crisoldo Caraballo, les respondió que si surgía la posibilidad de disponer de un nuevo local no creía que hubiera problemas para acondicionarlo, pero lo cierto es que hasta ahora no ha aparecido, y la obra en la Unidad Nº 5 sigue en marcha.

Las diputadas Gloria Rodríguez (Partido Nacional) y Romina Napiloti (Frente Amplio) transmitieron, en diálogo con la diaria, su preocupación por el traslado. Anunciaron que la comisión analizará el tema, para lo que citarán a quienes tomaron la decisión.

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