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Fernando Amado durante un acto, ayer en Montevideo. Foto: Federico Gutiérrez

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Amado incorpora a sus filas a un variado grupo de personas desencantadas con el Partido Colorado y el Frente Amplio.

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Mientras ayer de noche la sede del Partido Colorado recibía, en una charla acerca del batllismo, al ex presidente Julio María Sanguinetti y al historiador Gerardo Caetano, a unas cuadras de allí, el diputado Fernando Amado vivía, según él mismo dijo, “la noche más importante” de su carrera política, en un acto que convocó a cerca de un centenar de personas.

Lo novedoso del evento, según explicó el propio Amado en su primera oratoria, fue que no se trató de un encuentro entre militantes que se conocen entre sí, sino de personas por fuera de la actividad política que se acercaron voluntariamente a militar con él. “A la mayoría no los conozco, pero por suerte tuvimos esa herramienta, que es fantástica”, dijo en referencia a las redes sociales, que sirvieron como soporte de la actividad. El legislador colorado, que está por lanzar su nuevo sector político, dijo incluso estar “convencido” de que “desde la creación del Frente Amplio [FA] no hay una reunión como esta”.

El encuentro empezó con una breve introducción de Amado, que aclaró que lo que unía a todas esas personas era la “contraseña batllista”. “Yo soy colorado, y los líderes colorados de ahora y buena parte de sus votantes no me quieren mucho”, dijo, para luego agregar que no siente que eso sea “una mochila con la que tenga que cargar”.

Luego tomaron la palabra, durante más de una hora, los asistentes, que hablaron por decenas, con intervenciones de toda clase. Había colorados, frenteaplistas y personas que dijeron que nunca habían mostrado interés en la política; de variadas profesiones, oficios e historias personales. De Amado destacaron su frontalidad, rebeldía y principalmente su diferencia del resto de los políticos de la oposición, ya que no era una persona que se oponía automáticamente a todo.

El primero en hablar fue Esteban, que dijo que el FA “no hizo todo mal, pero la gente quiere un cambio”, y llamó a mostrar un PC que haga que sus ex votantes vuelvan, “y no simplemente porque ‘colorado vota colorado’, como decía Hugo de León”. Poco después habló Leonardo, que sostuvo que “lo peor que le puede pasar a un país es quedarse sin líderes”. Más tarde lo hizo José, que se identificó como colorado y expresó: “Quiero volver a vivir en el país en el que me crié, que no es este. Si el FA pudo, también podemos nosotros”.

Jorge, que se identificó como “frentista de toda la vida”, dijo que le llamaron la atención los enfrentamientos de Amado con el ex candidato a la presidencia Pedro Bordaberry, y destacó que el diputado “piensa distinto”. Pidió que sus hijos “se puedan criar en un país mejor y que se acabe la corrupción”. Gonzalo, un “frentista” que se identifica con el “pensamiento batllista”, aseguró que nunca había visto a alguien que siguiera al batllismo en el PC hasta ahora. En tanto, Danilo interpretó que en Uruguay “se llegó al punto en que no hay casi opciones que votar: el FA fue una interesante opción, pero no lograron nada de lo que propusieron”; “los blancos se polarizaron y los colorados se hiperpolarizaron”.

Después, María Eugenia apuntó a la participación de los jóvenes. Luego se animó Pilar, que dijo que nunca le había interesado la política, pero llegó “a un punto en que no puedo seguir quejándome para que se enderece todo”.

En la oratoria hubo de todo: intervenciones que advirtieron que “el capitalismo es el principal enemigo que tenemos”, un emprendedor que se quejó de las trabas burocráticas estatales, un joven que habló a favor de la reforma agraria, otro que pidió un Uruguay “capitalista pero batllista”, un hombre de 36 años que advirtió de los peligros de la “desideologización de la política” y hasta un frentista “no desilusionado” que admitió haberse emocionado con las posturas de Amado.

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