Ingresá

Encuentro por Susana Islas y contra la violencia machista

1 minuto de lectura
Contenido exclusivo con tu suscripción de pago
Contenido no disponible con tu suscripción actual
Exclusivo para suscripción digital de pago
Actualizá tu suscripción para tener acceso ilimitado a todos los contenidos del sitio
Para acceder a todos los contenidos de manera ilimitada
Exclusivo para suscripción digital de pago
Para acceder a todos los contenidos del sitio
Si ya tenés una cuenta
Te queda 1 artículo gratuito
Este es tu último artículo gratuito
Nuestro periodismo depende de vos
Nuestro periodismo depende de vos
Si ya tenés una cuenta
Registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes
Llegaste al límite de artículos gratuitos
Nuestro periodismo depende de vos
Para seguir leyendo ingresá o suscribite
Si ya tenés una cuenta
o registrate para acceder a 6 artículos gratis por mes

Editar

Susana era la reina de la cumbia: bailaba con la elegancia de los movimientos simples y con la complejidad de un ritmo que hacía que sacudiera todo el cuerpo. Cualquier cumpleaños y reunión familiar en los que ella estuviera se convertía en una fiesta: bailaba, irradiaba alegría y enterraba penas. Era fanática de la Sonora Borinquen; tanto, que había impreso una foto de ella abrazada a su vocalista, Carlos Goberna, que, de tan grande, más que una foto parecía un póster. Susana tenía 54 años, dos hijos y dos nietas. Y una ex pareja, padre de sus hijos, que la hizo sufrir violencia doméstica y que en diciembre del año pasado la siguió y acosó por varios días. Ella, después de 40 años juntos, se había animado a denunciarlo, y lo hizo en reiteradas ocasiones.

Susana tenía miedo: se la veía venir. Les pedía a los vecinos y a varias amigas, cada vez que salía de su casa, que le echaran el ojo mientras iba a la parada del ómnibus o al almacén. Pero el jueves 15 de diciembre no hubo vecino ni amigo que pudiera prevenir el desenlace fatal. Susana salió de su casa rumbo a la zapatería para cambiar los championcitos que le había comprado a una de sus nietas, pero no llegó ni a la parada. A pocas cuadras de su casa, su ex se le tiró encima y la acuchilló hasta la muerte. Susana murió gritando que por favor pensara en sus hijos.

Hoy, en el Santuario Nacional del Cerrito de la Victoria, a las 19.00, familiares, amigos y allegados a Susana Islas se reúnen para recordarla y repudiar la violencia machista.

¿Tenés algún aporte para hacer?

Valoramos cualquier aporte aclaratorio que quieras realizar sobre el artículo que acabás de leer, podés hacerlo completando este formulario.

Este artículo está guardado para leer después en tu lista de lectura
¿Terminaste de leerlo?
Guardaste este artículo como favorito en tu lista de lectura