Una primera forma de abordar Historia de Roque Rey sería comparando sus similitudes con Forrest Gump (Robert Zemeckis, 1994). Ambas obras recorren varias décadas en la vida de sus protagonistas, quienes en principio no poseen ninguna cualidad extraordinaria, aunque llevan una existencia errante que se ve influenciada por la historia política y cultural de su país. Los dos personajes pueden entenderse como ciudadanos genéricos de los estados que los vieron nacer. Sin embargo, una diferencia fundamental es que, mientras que el interpretado por Tom Hanks participa en varios episodios históricos y conoce a unos cuantos personajes relevantes, entre ellos a John Lennon, el protagonista de esta novela permanece al margen de tales cuestiones.
Resulta difícil no pensar en Roque Rey como una metonimia de Argentina. Su nacimiento accidentando y su vida errante pueden verse como la alegoría de un país (como casi todos los latinoamericanos) que no ha podido establecer un proyecto perdurable. Continuando con esa lógica, las diferentes figuras paternales con las que Roque se encuentra en el camino bien pueden asociarse con las diversas naciones que, a lo largo de su historia, han sido admiradas y fueron tomadas como modelo a seguir. Un detalle poco conocido de la historia vecina es que sus padres fundadores consideraron seriamente sustituir al español como lengua oficial por el francés.
Las siete secciones en las que se divide el libro, las siete vidas que vive Roque, son interpretables como la sucesión de ciclos políticos argentinos que periódicamente refundan el país y establecen un rumbo totalmente diferente del anterior. De cuándo en cuándo, el protagonista debe contar su historia o reencontrarse con algún aspecto de su pasado para saldar cuentas con él. Tanto desde una perspectiva personal como nacional, se hace necesario mirar hacia atrás para reflexionar sobre quiénes somos y hacia dónde deberíamos dirigirnos.
Uno de los grandes méritos de Romero es su capacidad para crear personajes tan entrañables como memorables. Un cura parricida que sólo acompañará al protagonista por unas horas pero cuya presencia sentirá durante toda la vida. Una banda de cumbia tan conocedora de la música tropical como de Pink Floyd. Un vendedor de electrodomésticos que de tanto buscar al camionero que mató a su mujer se termina convirtiendo en uno de ellos. Una niña monstruo con la que Roque forjará una relación enfermiza, descendiente literaria de Claudia, de Entrevista con el vampiro (Anne Rice, 1976).
La novela se adentra de una manera en lo fantástico. Cuando Roque se pone los zapatos de algún muerto, estos los llevan hacia algún lugar importante para el fallecido. El lector debe determinar si se trata de un poder real o de una sugestión psicológica del personaje. Resulta claro que semejante habilidad adquiere otra trascendencia si se es un funcionario de la morgue judicial durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional. Considerando que la trama comienza a rodar cuando Roque se pone los zapatos de su tío Pedro y que nunca se deshará de ellos, queda la duda de hasta qué punto vivió su vida o la que hubiese querido vivir su tutor.
Si bien la obra no sigue muy detenidamente los años y fechas, cada tanto se deja caer alguna, se hace referencia a algún hecho histórico o novedad tecnológica que ayudan al lector a ubicarse temporalmente. Respecto de la relación con la historia, el libro parece sostener la tesis de que, por más al margen que se intente vivir de todo asunto político y social, estos terminan por repercutir en nuestra vida personal. El epílogo, que se desarrolla a principios del conflictivo 2002, bien puede leerse como un último esfuerzo por blindarse aun más.
En la medida en que me adentraba en estas páginas, fui convenciéndome (a riesgo de equivocarme) de estar frente a una obra literaria que tiene todos los elementos para convertirse en un hito en la historia de la literatura argentina. No me sorprendería que dentro de unas décadas Historia de Roque Rey sea parte de los cursos de literatura argentina y, quizá, latinoamericana.
Historia de Roque Rey
De Ricardo Romero. Eterna Cadencia Editora, Buenos Aires, 2014. 508 páginas.