El presidente de Brasil, Michel Temer, llamó el viernes a Tabaré Vázquez para informarle que se revirtió la decisión del gobierno de su país de suspender la importación de productos lácteos, según informó ayer El Observador. Además, acordaron la llegada de una delegación de Brasil para destrabar definitivamente el conflicto. “Temer me pidió disculpas y me prometió que la situación se normalizará en breve”, dijo Vázquez a ese diario, y señaló que su par brasileño admitió que el conflicto se originó en una “desinteligencia”. “Me dijo que esto iba camino a convertirse en un gran circo mediático y que él tenía la voluntad de solucionarlo, por eso me llamó personalmente”, finalizó Vázquez.
La justificación para suspender la importación de lácteos fue la “sospecha” de que existe una triangulación de mercados, es decir, que los productos se compraban en otro país –Argentina o Australia, según publicó O Globo– y luego se exportaban a Brasil. La semana pasada, la diaria consultó a productores uruguayos que señalaron que la acusación era “totalmente falsa” y “lamentable”.