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Matías Carámbula, Daniel Garín, Ana Laura Mello y Yerú Pardiñas, el viernes, en una mesa sobre la Ley de Riego. Foto: Federico Gutiérrez

Biólogos e ingenieros agrónomos cuestionaron aprobación de la Ley de Riego y alertaron que el FA se distancia del ambientalismo

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El actual modelo económico, las soluciones que brinda la Ley de Riego y el proceso parlamentario de la norma fueron objeto de críticas durante un encuentro realizado el viernes en el comité de base del Frente Amplio (FA) 28 de Noviembre, que contó con la presencia de los biólogos Ana Laura Mello y Andrés Carvajales, los ingenieros agrónomos Alfredo Blum y Matías Carámbula, el senador del Movimiento de Participación Popular Daniel Garín (también ingeniero agrónomo) y el senador suplente Yerú Pardiñas. Se trató de un encuentro organizado por el colectivo +igualdad, una agrupación nueva dentro del FA, que fue presentada por Mello en sus tres ejes de interés: medioambiente y producción, medios masivos y redes de comunicación, y desigualdad y desarrollo.

Tanto Mello como Carvajales criticaron que las modificaciones a la Ley de Riego aprobadas en octubre en el Parlamento respaldan el modelo de producción actual, manteniendo a Uruguay como un exportador de materias primas. Si bien reconocieron que este modelo ha permitido un crecimiento, también consideran que es necesario cuestionarlo para saber, en palabras de Mello, si los impactos sociales y ambientales que genera conducen “al desarrollo que queremos como sociedad y como FA”. Ambos también plantearon que existen cuestionamientos a la forma en que se está midiendo el desarrollo económico.

Por su parte, Carvajales aseguró que “está siendo muy jodido ser ambientalista y frenteamplista al mismo tiempo”, porque dentro de la coalición hay una distancia entre quienes tienen una “sensibilidad ambiental” y quienes no, y que incluso pueden producirse ataques directos. Como ejemplo mencionó las declaraciones que la directora general de Recursos Naturales del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Mariana Hill, brindó a la diaria, en las que consideró que científicos de la Universidad de la República que han criticado la Ley de Riego tienen una visión “muy de derecha, muy conservadora”, que postula que “como no sé, entonces no hago”. Carvajales lamentó estas declaraciones, consideró que Hill tuvo una “confusión conceptual” y agregó: “Uno no puede confundir que la intención o la preocupación por conservar el medioambiente viene por el lado de negar la capacidad de producir bienes y servicios para distribuir de forma igualitaria”.

Mello y Carvajales, pero también Blum y Carámbula, cuestionaron asimismo quiénes fueron escuchados en el proceso parlamentario de la Ley de Riego. “La forma en que se llega a la resolución de esta ley y lo que ha pasado después ha demostrado que la academia no ha sido partícipe o no se ha sentido socia de esta construcción”, dijo Blum. “Para esta ley no construimos alianza ni con la sociedad civil ni con los productores familiares ni con la academia, y en la interna del FA también fue complicado”, agregó. Por su parte, Carámbula aseguró que “la unidad del FA se garantiza con la discusión y el debate, no con la imposición, y este proceso tuvo algo de eso”. Luego añadió: “Estamos perdiendo la referencia de con quiénes tenemos que pensar el modelo de desarrollo del país”.

Los senadores presentes en el encuentro defendieron el proceso parlamentario de la ley y enfrentaron las acusaciones asegurando que nadie fue excluido. “No estamos divorciados de la academia, pero podemos tener mayor o menor afinidad y entendimiento”, dijo Pardiñas, y aseguró que en el debate no prevaleció la voz de un sector sobre la de otro. También recordó que modificar la Ley de Riego era una propuesta del programa de gobierno del FA y que se trabajó en este tema “durante más de dos años”. Además, defendió la gestión de los gobiernos del FA en materia ambiental. “Defender la propuesta de izquierda es defender la política de defensa ambiental que impulsamos”, agregó.

Garín señaló, así como Pardiñas, que esta ley busca aumentar la producción “no por una mejora productivista”, sino para que existan “avances en la redistribución de la riqueza” en otras áreas, como la salud y la lucha contra la pobreza. Además, el senador se refirió al planteo de Carvajales acerca de la distancia dentro del FA con respecto a los ambientalistas: “Perdonen los más jóvenes si tenemos menos sensibilidad ambiental […], pero no establezcamos barreras de que uno es más o menos ambientalista, porque a todos nos preocupa que los recursos naturales sean democratizados para generar igualdad”, dijo. En este sentido, pidió que se trabaje en estos temas en la elaboración del programa de gobierno que se presentará en las próximas elecciones. “Vamos a pensar juntos cómo la seguimos”, sugirió, para luego señalar: “Si nos tiramos piedras, el que gana es el modelo hegemónico”.

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