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Ernesto Murro, ministro de Trabajo y Seguridad Social, y Marisa Lindner, presidenta del INAU, ayer, en la Torre Ejecutiva. Foto: Andrés Cuenca

Campaña se propone erradicar trabajo infantil y asegurar condiciones para el trabajo de adolescentes

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A pesar de la compleja idiosincrasia del problema del trabajo infantil, contar con datos es un paso imprescindible para empezar a abordarlo. En Uruguay, sin embargo, las cifras que lo registran son viejas. Y a los fantasmas hay que mirarlos a los ojos para atenderlos.

Los datos de 2009 mostraban que había 67.000 niños trabajando en condiciones desconocidas y sólo 3.800 con permisos laborales avalados por la autoridad competente. Los estudiosos del tema estiman que en estos últimos ocho años las cosas han cambiado; de acuerdo con datos del Banco de Previsión Social presentados ayer, hay 1.700 menores de 17 años registrados en situación laboral, pero el trabajo infantil y adolescente es un fenómeno que suma a la mayor parte de los implicados en la oscuridad, alejado de las estadísticas y de las formalidades.

Las autoridades son conscientes de esta dificultad; al menos, así lo manifestaron ayer, durante la presentación de la actualización del Listado de trabajo peligroso y de la campaña de promoción y difusión para la tramitación del Carné Laboral del Adolescente, algunos de los productos realizados en el marco del proyecto “Apoyo a la política pública dirigida a erradicar el trabajo infantil y el trabajo adolescente peligroso”, llevado adelante por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

El objetivo es erradicar el trabajo infantil y, en el caso de los adolescentes –y siempre en caso de que el propio joven lo desee–, que sea realizado en condiciones seguras. “Si vas a trabajar, que sea con tu permiso”, propone la campaña de difusión, enfocada en la vulneración de los derechos de los niños y adolescentes trabajadores. Es que, como explicó Blanca Rodríguez, responsable del programa de AECID para Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, se trata de personas “que están dedicando parte de su tiempo a realizar tareas que no les corresponden en la etapa vital en la que se encuentran”.

En Uruguay el trabajo adolescente está permitido a partir de los 15 años, salvo excepciones que el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) puede habilitar. La campaña apunta a difundir el carné laboral, que será gratuito y obligatorio para todos los adolescentes que deseen trabajar. También se resalta que los adolescentes están habilitados a trabajar hasta seis horas por día, dentro del horario comprendido entre las 6.00 y las 22.00.

Andrea Vignolo, directora ejecutiva de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional, sostuvo, por su parte, que el proyecto contribuirá además a cumplir con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados el año pasado por la Organización de las Naciones Unidas, que se propone la “erradicación del trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas y asegurar la prohibición y la eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y para 2025 poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”. “Es un poco más amplio que lo que nos proponemos en Uruguay, pero es un tema importante”, agregó.

La presidenta del INAU, Marisa Lindner, consideró a estos productos “avances relevantes” en la lucha que busca, en parte y por sobre todo, la sostenibilidad de sus trayectorias educativas.

La subinspectora general del Trabajo y de la Seguridad Social, Cristina Demarco, acotó que el MTSS recorrerá el país en los próximos dos meses para capacitar a las empresas que lo soliciten.

El titular del MTSS, Ernesto Murro, en tanto, cerró la jornada con la presentación de algunos datos: dijo que existen 10.000 menores de 18 años registrados en la seguridad social: 97% son trabajadores dependientes, 95% trabaja en la actividad privada, y, por sectores, la mayoría se emplea en la industria y el comercio (72%). Los 18 años se presentan como un punto de inflexión en las estadísticas: el ministro aseguró que los menores de 17 años registrados son 1.700, aunque advirtió que en verano, por las condiciones de zafralidad, superan los 2.000. Adelantó que se trabaja en una segunda encuesta nacional sobre trabajo infantil.

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