“Si bien hemos avanzado en algunos aspectos, es innegable que las cifras nos siguen golpeando en la cara; no están siendo efectivas las políticas de Estado que se han estado aplicando, no son suficientes los recursos que se han estado asignando, no hay compromiso en la mayoría de los gobiernos de nuestros países para erradicar esta lacra, esta violencia que se reproduce de manera multiplicada, exponencial en la sociedad. No hay ningún otro tipo de violencia que se reproduzca más que la que se da contra las mujeres, que la que se da en el entorno de las familias”, expresó Minou Tavárez Mirabal en diálogo con la diaria. Lamentó que los países latinoamericanos tengan “las cifras más altas en temas como la violencia, los matrimonios infantiles, los embarazos adolescentes o la pobreza”.
Tenía cuatro años cuando asesinaron a su madre y a sus tías. “Mi bandera es la democracia, es la participación política en condiciones de igualdad, sin discriminaciones, sin exclusiones; mi bandera es terminar con la pobreza, con la injusticia social, que tengamos poder para cambiar las sociedades y construir ese mundo mejor por el que murieron las hermanas Mirabal, por el que murieron los padres fundadores de todos nuestros países”, relató. Sobre la situación actual, comentó que, “si estábamos antes ante el peligro de dictaduras, el peligro que tenemos hoy es el peligro de una nueva Operación Cóndor de corrupción y de impunidad”, y citó como ejemplo el caso de la constructora brasileña Odebrecht en República Dominicana, acusada de pagar sobornos a ese y otros países “para impedir el desarrollo de nuestros países, para quedarse con todos los recursos, para impedir la lucha de las mujeres, para garantizarse impunidad, porque detrás de la imposibilidad de terminar con la violencia hacia las mujeres está la impunidad que las protege desde los agentes del Estado”, explicó.