La Intendencia de Canelones (IC) inició un proceso de trabajo para tener, en marzo de 2018, un Plan de Ordenamiento Rural que permita gestionar los conflictos de interés que se dan en el ámbito rural canario. El departamento concentra casi 30% de la población rural del país y buena parte de los productores familiares, pero a la vez, en el territorio hay proyectos de agronegocio y un buen número de habitantes que no son productores pero que eligen el departamento para vivir, buscando un entorno más tranquilo que la capital del país. Los conflictos y las presiones son crecientes; basta mencionar los sonados casos de Paso Picón, Laguna del Cisne y La Armonía, donde emprendimientos del agronegocio han dañado el ambiente y la salud de los vecinos. “Se intenta ordenar el conflicto”, explicó el intendente canario, Yamandú Orsi, al presentar ayer el plan, en la ciudad de Canelones, ante funcionarios departamentales, municipales, ediles, parlamentarios -el senador Daniel Garín y el diputado Nelson Larzábal, ambos del Frente Amplio-, agrónomos y un buen número de productores. Matías Carámbula, director de la Agencia de Desarrollo Rural de la IC, saludó la concurrencia y expresó que “es un tema que despierta interés, preocupación, alegría, es una expresión de muchas situaciones”, y dijo que corresponde que los distintos intereses tengan su espacio en el proceso de elaboración del plan.
Un equipo interdisciplinario elaboró el resumen que se presentó ayer, que describe el departamento y los objetivos del plan; desde ahora hasta mayo se inicia un proceso de consulta, y para eso se harán jornadas de trabajo con productores, talleres con las fuerzas vivas, un seminario académico, y se agendarán entrevistas. Desde julio a setiembre se elaborará un borrador del plan que se presentará en octubre en una audiencia pública; en diciembre se entregará el documento resultante a las direcciones nacionales de Ordenamiento Territorial y de Medio Ambiente, y en febrero de 2018 se enviará a la Junta Departamental de Canelones. Como varias comisiones de la junta ya están participando, se espera que en marzo pueda aprobarse.
El plan busca “que el conflicto no sea la norma sino la excepción”, resumió Carámbula. El objetivo general del plan es “promover un modelo de desarrollo rural apropiado para nuestro departamento a través de un proceso de integración y sostenibilidad del suelo rural, el cual será complementario e integrado al modelo nacional”. Buscará determinar modos y sistemas de producción, contribuir a la conservación de los recursos naturales, la biodiversidad y el paisaje rural, definir zonas reconociendo identidades, establecer una complementariedad entre ámbitos urbanos y rurales canarios, fortalecer el sistema vial rural, fomentar los espacios públicos necesarios para la integración e “identificar unidades diferenciadas en el suelo rural de las formas de ‘habitar’ el suelo rural canario”.
Carámbula reafirmó el “lugar estratégico de Canelones en la soberanía alimentaria”, puesto que la mayor parte de los alimentos que se consumen en el país proceden de ese departamento. Comentó que la producción familiar, además de producir alimentos, genera trabajo, cultura, una distribución más justa de la riqueza y no es tan sensible como el agronegocio a las oscilaciones del mercado, porque “un productor familiar no deja de ser productor porque un año fue malo el precio”.
Orsi comentó que “tenemos algunos agujeros negros, algunas debilidades que vamos a intentar resolver” con el plan. “No hacemos esto para dejar a todo el mundo contento, las tensiones existen”, reconoció. Consultado por la diaria sobre esos “agujeros negros”, Orsi dijo: “Cómo hacer convivir un Canelones chacarero, de producción familiar, de pequeña y mediana extensión, hortícola, granjero, con el agronegocio, cómo convive eso, si puede convivir, y, si es posible que convivan esos dos Canelones, cómo delimitamos los espacios y los alcances de cada uno”. Agregó que “hay disposiciones de carácter nacional y departamental que no han logrado el objetivo de minimizar los efectos de, por ejemplo, los procesos que implica la producción extensiva, como la fumigación, la utilización de agroquímicos”. Orsi aclaró que la intención “es no descuidar la productividad” y que los químicos se seguirán usando, “el tema es el cómo”.
La producción de carne es el principal rubro del departamento (35%). Eso era algo impensable hace 15 o 20 años, dijo Carámbula. Los feed lots -engorde a corral- no son la mayoría, pero cada vez presionan más. Hay alrededor de seis, pero los pedidos son crecientes. Carámbula contó a la diaria que hace un mes la IC resolvió negar la instalación de un feed lot que quería ubicarse en los alrededores de Suárez, que en época de zafra preveía tener un movimiento de 300 camiones. Cerca de 30 productores rurales pidieron apoyo al municipio para que no se instalara, y la IC terminó aceptando el reclamo, por el impacto que generaría en la zona. Cuando exista el plan será “mucho más claro qué sistema de producción puede desarrollarse o no, y en caso de que pueda desarrollarse, en qué condiciones, en qué regiones”.
Dejaron en claro que el agua para consumo humano será una prioridad, así como la habitabilidad del medio rural.