La federación resolvió, entre otras acciones, llevar adelante una “gran movilización en defensa de la lechería” el 6 de abril en la ciudad de Salto. “La idea es juntarnos en asamblea general la gremial departamental y las fuerzas vivas en Salto y, al mismo tiempo, instrumentar asambleas en las diferentes plantas que hay en el país, parando dos horas por turno”, explicó Figuerola sobre la jornada que prepararán durante las próximas dos semanas con campañas de sensibilización y reuniones con representantes de las intendencias y de las comisiones legislativas.
Para las 11.00 del sábado estaba convocado un plenario con “características especiales”: estarían presentes productores y autoridades departamentales. “Vinieron ediles de todos los partidos, el prosecretario de la Intendencia de Salto y compañeros del plenario departamental del PIT-CNT; les anunciamos nuestras medidas y compartimos especialmente la preocupación que tenemos por la situación de Lactalis. Hablamos de lo que refiere a la industria, a la situación en general, y conversamos sobre los compromisos que se requieren para resolver los problemas”, contó Figuerola, que consideró “muy positivo” el encuentro de amplio espectro, lo que “significa que se puede discutir, más allá de las distintas visiones que se pueda tener”.
Según dijo el dirigente de la FTIL, durante sus intervenciones tanto productores como representantes de los gobiernos departamentales se pusieron “a las órdenes” para “buscar caminos de salida” a la situación del sector. En este sentido, Figuerola consideró que la situación es “muy distinta” de la vivida durante el cierre de Ecolat, que dejó a 600 trabajadores en la calle: “Hay una mayor sensibilización para con el sector. Con Ecolat se satanizaba a los trabajadores, porque se pensaba que eran los que cerraban las puertas de la fábrica, y ahora quedó claro que eran las multinacionales, que nos vienen a sacar no sólo nuestra materia prima sino la fuente de trabajo, que es su principal variable de ajuste”, afirmó.
A la mesa
Pedida por los trabajadores al director nacional de Trabajo, Juan Castillo, está convocada para el miércoles al mediodía la mesa sectorial que había sido instalada durante el quiebre de Ecolat, a principios del año pasado, integrada por productores, trabajadores, los ministerios de Economía y Finanzas, Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Industria, Energía y Minería, y Ganadería, Agricultura y Pesca, y representantes de la Cámara de la Industria Láctea. La idea es discutir el futuro del sector a mediano y largo plazo.
Para los trabajadores el tema principal a tratar será el proyecto de ley que busca responder a la llegada de multinacionales atraídas por beneficios fiscales, con la exigencia, en contrapartida, de compromisos con el mercado laboral.
También presentarán la intención de trabajar sobre las repercusiones de las nuevas tecnologías en el empleo del sector. “Entendemos que la llegada de la tecnología es inminente y que hay cambios que son irreversibles, pero sostenemos que tienen que ir acompasados a un proceso de formación de los trabajadores, con herramientas como el Inefop [Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional para el sector privado] y la UTU [Universidad del Trabajo del Uruguay], para que no haya un desplazamiento de la fuerza de trabajo por los nuevos procesos”, afirmó Figuerola.
La FTIL también presentará una lista de los trabajadores de Ecolat que aún no han podido insertarse en la industria láctea -90% de los 600-, con la intención de construir posibles caminos de salida.
Empresas con problemas
Coleme: La Cooperativa Lechera de Melo, que anunció su cierre al Instituto Nacional de Leche hace unos diez días, acordó en el MTSS minimizar el impacto de su decisión. Serían 26 trabajadores [un tercio del total] que irían a seguro de paro, y para los restantes 34 de los 60 que iban a llevar en su plan inicial se decidirá, en una reunión cuatripartita con representantes de la empresa, trabajadores, la cámara y el gobierno, “cuál podrá ser su destino”, dijo Figuerola.
Lactalis: El grupo francés que compró la marca Parmalat tras la salida del país de Ecolat resolvió, a principios de marzo, cerrar su planta de Salto y trasladar parte de la producción a la de Cardona, con la idea de quedarse con la mitad de la plantilla de trabajadores, unas 40 personas. “Dijeron que no va a haber despidos, pero hay mucha incertidumbre”, expresó Figuerola.
Calcar: También a principios de este mes, la Cooperativa Láctea de Carmelo resolvió enviar a seguro de paro rotatorio a 12 de sus 270 operarios, con la intención de reintegrarlos en cuatro meses.
Granja Pinerolo: La empresa de Colonia Cosmopolita envió a unos 15 trabajadores -una cuarta parte de la plantilla- a seguro de paro.
Conaprole: La Cooperativa Nacional de Productores de Leche mantiene cerrada la planta en Rincón del Pino (San José), aunque Figuerola sostiene que “se ha dicho que reabriría a fines de agosto”. El martes la FTIL tendrá una reunión con la dirección de la cooperativa, a efectos de informarse sobre el tema.
Si bien en todas el síntoma es la merma en las remisiones de leche, Figuerola sostiene que ese es un problema “pasajero” y que “hay cuestiones más de fondo que hay que discutir”. “Para nosotros es muy preocupante lo que está pasando. Tenemos que reinsertar la lechería como sector estratégico del país en la agenda del sistema político, y a eso apuntamos”, concluyó el dirigente de la FTIL.