Docentes y funcionarios del liceo 74, ubicado en Lezica, enviaron la semana pasada una carta al Consejo de Educación Secundaria (CES) en la que plantean requerimientos que consideran “imprescindibles” para un adecuado desarrollo del año lectivo, teniendo en cuenta diversos hechos acontecidos durante las primeras semanas de clases. En el texto denunciaron situaciones de inseguridad generadas por personas “ajenas a la institución”, que desde hace semanas han protagonizado “hechos distorsivos del quehacer cotidiano”, que luego de cinco años de funcionamiento del liceo en ese local (en Luis Lasagna entre Pinta y Santa María), está llegando a un punto en que “el descontrol pone en riesgo” a las personas.
En la carta los trabajadores exigen el cambio de un viejo portón, por considerarlo “obsoleto e inútil” a los efectos de evitar el ingreso de personas ajenas a la institución. También subrayan que cuentan con un portero sólo hasta las 11.00, por lo que todo el turno vespertino y la salida del matutino quedan sin cobertura, y exigen que se complete el servicio con la contratación de otro funcionario, “sea de secundaria o de una empresa tercerizada”.
En la segunda parte del comunicado señalan que el edificio en el que funciona el liceo es un local alquilado que padece varios problemas, como la inexistencia de un espacio adecuado para las clases de Educación Física y la falta de delimitación del predio. También reclaman la recuperación y construcción de salones, “ya que los actuales no poseen un adecuado mantenimiento, llevando a que algunos se estén inundando sistemáticamente”. Héctor Altamirano, adscripto y profesor de Historia del liceo 74, comentó a la diaria que el año pasado ya habían enviado cartas al CES para denunciar esta situación, pero no recibieron respuesta de ningún tipo. Como tampoco les contestaron este último comunicado, enviado el 28 de marzo, el núcleo de profesores y funcionarios decidió ocupar el liceo hoy a las 7.00. Altamirano dijo que se reunieron con los padres de los alumnos, quienes les manifestaron su apoyo en la medida y también van a estar presentes en la ocupación.
El liceo 74 es de ciclo básico y cuenta con seis salones, cuatro de los cuales son contenedores prefabricados. Altamirano comentó que el patio tiene unos caminos que no están pensados para un liceo, porque antes de ser destinado a ese fin el local era un hogar para niños que pertenecía a la iglesia: “Es un jardín, que es lindo cuando no hay inclemencias climáticas, pero cunado llueve se embarra todo. Y tenemos dos chiquilines, uno con baja visión y otro con problemas motrices, que los días de lluvia no tienen accesibilidad”.
El final del comunicado que enviaron al CES el 28 de marzo sostienen que resulta “imperiosa” la necesidad de la construcción de un nuevo local liceal. “Es por esto que exigimos que se nos informe sobre el plan que el consejo tiene o debe tener, de cara al liceo 74. Es en este marco que nos hacemos eco del reclamo de las instituciones de la zona, reclamando un liceo de bachillerato más y por lo menos dos locales más de ciclo básico, así como la mudanza a locales nuevos a los liceos 74 y 44 de Melilla. Sólo de esta manera podremos hacer frente a la explosión de la matrícula y a las condiciones [...] cada vez más deterioradas”.