La muerte de un caballo que participó en las jineteadas de la Criolla esta semana seguramente termine siendo un condimento especial e intensifique la convocatoria que la Coordinadora para la Abolición de las Jineteadas en Uruguay promueve para el domingo, frente a la Rural del Prado. Este movimiento, de apenas un año de vida, pone en tela de juicio no sólo el accionar de la Intendencia de Montevideo (IM) respecto de este evento, sino también la información que la comuna difundió sobre la muerte del animal e incluso los recursos económicos que aporta para la organización de este evento.
Ayer de tarde, la IM difundió un escueto comunicado titulado “Lamentamos informar”, en el que anunció que en las jineteadas del lunes había ocurrido un accidente que derivó en que uno de los caballos sufriera “un traumatismo con compresión medular a nivel cervical”. Según se informó, “pese a los esfuerzos del equipo veterinario, dicha lesión significó su deceso el día martes”. El comunicado termina asegurando que “ese día se tomó la decisión de continuar con las actividades programadas para la Semana Criolla del Prado” pero que, luego de su culminación, se optará por “reabrir la reflexión sobre las jineteadas como uno de los aspectos de esta fiesta tradicional que une el campo y la ciudad”.
Sin embargo, según Diego Proverbio, de la Coordinadora para la Abolición de las Jineteadas en Uruguay, el caballo se murió el lunes de noche, y no el martes, y fue “antes del comienzo de la última ronda de jineteadas en uno de los palenques, de un paro cardíaco”. El martes, la coordinadora tomó cartas en el asunto y decidió denunciar a la IM y a la Asociación Rural del Uruguay, en su lugar de coorganizadores y responsables del evento, ante la Comisión de Tenencia Responsable y Bienestar Animal, organismo desconcentrado del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, creado en la última Ley de Presupuesto. “Esto ya lo sabíamos desde el lunes, y recién hoy, miércoles [ayer], se dio a conocer”, aseguró Proverbio. Para aclarar estas versiones, la diaria intentó comunicarse con el responsable de eventos de la IM, Gerardo Reyes, pero no tuvo éxito.
“Cuando vienen pasando tantos hechos que atentan contra la vida y la salud de los animales, cuando queremos rebajar el sufrimiento simplemente sacándoles las puntas a las espuelas y torturando a los animales, la reflexión no tiene que ser otra que ‘la fiesta debe seguir, pero sin el maltrato animal’. Hay muchas cosas que con el correr de los años dejaron de ser una tradición, como el esclavismo y el maltrato hacia las mujeres, y con esto ocurre lo mismo”, dijo Proverbio respecto de la “reflexión” que invitó a hacer la IM. Además, sostuvo, a título personal, que “ni Montevideo ni la población necesitan esto, ni les hace bien como sociedad. Tampoco es una lucha de poderes entre capital e interior; la fiesta la creemos necesaria, pero no esto”.
La coordinadora estaba convocando, desde hace días, a una manifestación en protesta por el maltrato animal en la Criolla el domingo a las 15.00, frente a la Rural del Prado, en la entrada por la calle Lucas Obes. Se espera que la manifestación se lleve a cabo “con más fuerza que nunca, solicitando a las autoridades nacionales y departamentales que cesen en su apoyo a las jineteadas”. “Y sumamos a las razones éticas y sociales el factor económico, ya que nos afecta a todos los montevideanos, sean animalistas o no”, agrega el grupo.
Según datos de esta organización, el gobierno le destinó 13.370.000 pesos a la Semana Criolla del Prado. “La gran mayoría de los ciudadanos no están enterados de que parte de sus impuestos terminan en un ruedo de jineteadas, y es importante que se abra una discusión pública al respecto, y se considere el impacto que un espectáculo como este tiene sobre la sociedad”. Además, el grupo lanzó una petición de firmas y presentó una iniciativa para que el tema sea tratado en la Junta Departamental de Montevideo. El comunicado de la coordinadora asegura que “es necesario oponernos sin tregua al maltrato infantil, la violencia de género, la violencia en el deporte y a todas sus manifestaciones sociales”, y, por tanto, “resulta contradictorio que en paralelo los gobiernos departamentales continúen apoyando y financiando un espectáculo que se basa fundamentalmente en la dominación y el abuso sobre el otro”.
La coordinadora surgió en la previa de la Semana Criolla de 2016. En esa oportunidad, dijo Proverbio, ingresaron “pacíficamente” al evento y se manifestaron afuera. Las tensiones entre los movimientos contra el maltrato animal y la Semana Criolla no son nuevas, y su capítulo más intenso fue en 2013, cuando un grupo de activistas logró ingresar al ruedo y encadenarse contra los palenques, lo que derivó en una serie de enfrentamientos verbales y físicos con integrantes de la seguridad del evento y con aficionados. Varios manifestantes terminaron detenidos en la Seccional 7ª, pero el juez penal de 2º Turno, Pedro Salazar, optó por dejarlos en libertad.