“Evidentemente, en el tema Venezuela no tenemos la misma opinión, y eso se trasluce en la declaración”. Así se refirió el dirigente de la Federación de Empleados y Obreros de la Bebida (FOEB), Fernando Ferreira, al texto aprobado ayer por el Secretariado del PIT-CNT, que habla de “problemas institucionales” en Paraguay y Brasil, de “muertes y desaparecidos” en México y Honduras, y de la “difícil situación que atraviesa Venezuela”.
La declaración no profundiza demasiado en ninguna de estas situaciones, sino que llama a “luchar incansablemente por la paz en el continente”, asegura que “es vital preservar la autodeterminación de cada uno de nuestros países”, expresa su “total rechazo a la injerencia de terceros en los problemas internos de cada nación” y comunica su “solidaridad con los trabajadores y las grandes mayorías del continente en la lucha por su independencia y soberanía”. Según resumió el director del Instituto Cuesta Duarte, Milton Castellano, “el consenso implica una opinión que contemple a todos y a aquellas cosas que han sido y son caras para el movimiento sindical”. De hecho, la declaración fue aprobada por unanimidad.
El vocero del encuentro, el dirigente del Sindicato Único de Antel, Gabriel Molina (del Partido Comunista del Uruguay, PCU), justificó el mensaje enviado por la central y destacó que engloba todo lo que sucede en América Latina, ubicando los hechos en un contexto general, “como lo hace siempre el movimiento obrero”. “Es muy difícil analizar las cosas de forma separada, en especial cuando lo que sucede en la región tiene un mismo hilo conductor. América Latina está viviendo una clara contraofensiva del imperialismo, y sus aliados más notorios son los sectores de derecha de la región. En Brasil se vivió un golpe de Estado por quienes destituyeron a una presidenta electa democráticamente, y ahora muchos de ellos están detenidos por actos de corrupción. Cosas similares suceden en Paraguay, Guatemala, Honduras y México. Por eso se debe contextualizar a la hora de marcar una posición dentro de la región”.
Pero el tema que dividió las aguas ayer en el debate del Secretariado Ejecutivo fue Venezuela, particularmente luego de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de ese país de sustituir a la Asamblea General, algo que finalmente resolvió no hacer. Según pudo saber la diaria, algunos integrantes del Secretariado Ejecutivo que pertenecen al PCU defendieron tenazmente al gobierno venezolano, mientras que las restantes corrientes sindicales entendieron que durante la última semana el gobierno de Nicolás Maduro cometió errores. “Hay cosas que no se pueden apoyar. Creo que hay cosas que no están bien, pero no se puede decir nada descontextualizado. Las cosas no se pueden afirmar en términos de blanco y negro. En ese marco, principios como la no intervención y la democracia son valores que hay que resaltar”, dijo un integrante afín a la corriente sindical Articulación. Otro integrante del Secretariado Ejecutivo dijo a la diaria que no comparte el “apoyo” al gobierno de Maduro, aunque sí la defensa de las conquistas del proceso bolivariano en Venezuela.
Ayer Molina incluso opinó sobre el pedido de retractación que el presidente de la República, Tabaré Vázquez, dirigió a Maduro, luego de que este último afirmara que el canciller Rodolfo Nin Novoa coordina acciones con el Departamento de Estado de Estados Unidos y con la embajadora de ese país en Uruguay. El dirigente sostuvo que el movimiento sindical no tiene que ir “de la mano del gobierno” y que tiene que asumir una actitud que refleje que tiene “independencia de clase”, y opinó que algunas de las decisiones adoptadas por la cancillería no han sido acompañadas por los trabajadores. Sin embargo, otros integrantes del Secretariado Ejecutivo destacaron que la respuesta de Vázquez a Maduro no estuvo sobre la mesa ayer en la sesión del organismo.
Posición dudosa
La presencia del secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, en Venezuela no pasó desapercibida para varios dirigentes sindicales, y mucho menos su participación en el programa Domingos con Maduro, en el que el dirigente apareció junto al mandatario venezolano, al que le manifestó la solidaridad del “movimiento obrero” uruguayo.
Ayer, en declaraciones a la radio El Espectador, Abdala aseguró a título personal que en Venezuela no se dio un golpe de Estado ni se disolvió el Parlamento, y cuestionó tanto la declaración que firmó Uruguay dentro del Mercosur como las que emitió el Frente Amplio. “Pude constatar lo que realmente está sucediendo. Aquí no hay ninguna disolución del Parlamento. Hay un desacato de la Asamblea Nacional, en función de que la Justicia demostró que había legisladores que habían sido electos por compra de votos en todo un estado. Hay un litigio entre los poderes, que fue arbitrado”, dijo el dirigente desde Venezuela.
Molina informó ayer que Abdala se encuentra en Venezuela invitado por el gobierno de ese país. “No fue a título personal, y en el día de hoy, en el marco de la tradicional solidaridad de los trabajadores uruguayos, se está reuniendo con representantes de más de 70.000 obreros siderúrgicos para intercambiar opiniones sobre la problemática que vive la industria y el trabajo del sector”, señaló.
Pero Abdala recibió algunas críticas de los integrantes del Secretariado Ejecutivo de la central. Uno de ellos manifestó a la diaria su molestia porque, si bien el secretario general del PIT-CNT “avisó que iba”, reflejó una posición que engloba a toda la central sindical, y eso “es más lo que nos embreta que lo que nos ayuda”. Uno de sus ex compañeros del Secretariado, el dirigente de la FOEB Richard Read, dijo a El Espectador: “No me siento representado por el discurso de Abdala. Tengo mucha estima y mucho respeto por él, pero en esta oportunidad no lo voy a acompañar”.