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Exhibición de un corto en formato realidad virtual, en el liceo Joaquín Suárez. Foto: Federico Gutiérrez

Talleres de educación sexual de liceos trabajan violencia en el noviazgo a partir de campaña elaborada por estudiantes

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“Las relaciones no son simples y esto pasa mucho más de lo que vos pensás. La violencia no es siempre física, puede ser psicológica y también sexual”, plantean los estudiantes de secundaria que participan en un corto de realidad virtual, parte de la campaña “Que quede entre nosotros”, que apunta a sensibilizar sobre la violencia en el noviazgo. Luego se muestran teléfonos para denunciar y pedir ayuda; antes, parejas de estudiantes teatralizan situaciones de violencia, como un novio que le prohíbe a su pareja visitar a sus amigas, o una joven que se queja de que su novio le manda demasiados mensajes por celular.

Se trata de un proyecto financiado por el gobierno de Canadá mediante un fondo para iniciativas locales, que es ejecutado por el Consejo de Educación Secundaria (CES), y que contó con la participación de varios estudiantes que manifestaron interés en la temática. Rosanna Sergio, coordinadora nacional de participación estudiantil del CES, dijo a la diaria que los antecedentes del proyecto se remontan a 2016, cuando en los encuentros de participación estudiantil, tanto a nivel nacional como departamental, los estudiantes ya planteaban el tema de la violencia interpersonal. Sin embargo, explicó que en esos ámbitos los jóvenes han planteado que prefieren hablar de “violencia en relaciones afectivas” antes que en relaciones de noviazgo, porque entienden que hay vínculos familiares y de amistad que también son violentos y tóxicos.

Sergio recordó que en junio del año pasado se realizó una reunión en el liceo Miranda en la que participaron estudiantes referentes de Montevideo y San José, donde, además de tratar temáticas generales sobre participación estudiantil, se relevaron temáticas de interés de los jóvenes, y la de la violencia en este tipo de relaciones fue una de las que se plantearon con más fuerza. Ello llevó incluso a que se convocara a una reunión más amplia en la que dos estudiantes del liceo IAVA -que habían trabajado el tema con el referente de educación sexual de su liceo- dieran un taller sobre género.

Dar vuelta

Cuando el financiamiento para la campaña fue aprobado, en el marco de un grupo de reflexión compuesto entre otros por representantes del CES, el Ministerio de Educación y Cultura y la Administración Nacional de Educación Pública, se planteó la necesidad de que los estudiantes pudieran intercambiar con los referentes de participación y de educación sexual de los liceos. En el marco del proyecto, dichos referentes participaron en una capacitación sobre la temática en octubre de 2016, y en simultáneo se organizó una actividad para que los estudiantes reflexionaran al respecto y luego intercambiaran con los adultos. Sergio recordó que se dio una dinámica “muy interesante”, porque los jóvenes “dieron vuelta” las consignas disparadoras con las que trabajaron en subgrupos.

En concreto, recordó que una de las consignas era definir una relación de noviazgo, pero los estudiantes se negaron a hacerlo porque reivindicaron que cada uno la pudiera definir individualmente. La coordinadora planteó que si bien los referentes docentes a menudo piensan las relaciones de noviazgo como exclusivamente heterosexuales, los jóvenes plantean que también es necesario abordar las parejas homosexuales; y que las situaciones de violencia no sólo se dan de varones a mujeres, sino también a la inversa. Además de las instancias de formación para los referentes docentes, en noviembre se organizó un taller abierto a profesores y estudiantes para que también pudieran sensibilizarse en el tema.

A tierra

Patricia Pivel es referente de educación sexual en el liceo 7 de Montevideo, más conocido como liceo Joaquín Suárez, y pasó toda la mañana del martes organizando la exhibición de las piezas audiovisuales de la campaña en el centro educativo. Es que para verlas en realidad virtual es necesario usar lentes especiales, lo que implica hacerlo en turnos. En diálogo con la diaria, Pivel señaló que las situaciones que se representan en los cortos son utilizadas como disparadores para trabajar en las instancias del propio liceo, como los talleres de educación sexual. También dijo que la primera reacción de los jóvenes es la de reconocer que las situaciones que se muestran se dan en sus círculos cercanos, aunque en un principio no se identifiquen como violencia. Justamente, la referente planteó que este tipo de contenidos sirven para “desnaturalizar” las situaciones de violencia y de esa forma “empoderar” a los jóvenes.

La idea es que en una primera etapa los cortos sean exhibidos en 25 centros educativos del sur del país, 15 de ellos en Montevideo, y que se dé una dinámica como la del liceo 7 Joaquín Suárez: los referentes de educación sexual o los psicólogos que previamente fueron sensibilizados en el tema utilizan disparadores para abordarlo con los estudiantes. Sergio señaló que desde el momento del lanzamiento de la campaña, hace una semana, han llegado varios pedidos de liceos de todo el país para la exhibición del audiovisual en realidad virtual. La docente destacó que muchos profesores de las distintas materias de secundaria se han preocupado también por mirar los videos, porque de esa forma saben “de qué están hablando los estudiantes”.

Forma y contenido

Manuel Ulfe, estudiante del liceo IAVA y uno de los actores de los cortos, explicó a la diaria que se enteró de la iniciativa gracias a una profesora, en el momento en el que se llamó a un casting para que los propios estudiantes participaran en la filmación. Ulfe destacó que la experiencia, además de ayudarlo a reflexionar sobre la violencia en el noviazgo, le permitió conocer a gente de otros liceos que de otra forma no hubiera conocido. Acerca de la realidad virtual, señaló que se trata de “un plus” que sirve para plantear el tema de forma más atractiva.

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