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Comprador de marihuana, ayer, luego de registrarse en oficinas del correo. Foto: Pablo Porciúncula, AFP

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Primera jornada de registro para comprar marihuana en farmacias: hubo 539 anotados.

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“¿Acá es para la mari?”, preguntó un señor a los periodistas que estaban en la puerta de la sede central del Correo, en Misiones y Sarandí. En efecto, ayer se habilitó el registro, en sucursales del Correo de todo el país, para adquirir “cannabis de efecto psicoactivo de uso no médico en la red de farmacias adheridas”, según le llama el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA). “Mari”, cariñosamente, le dijo el señor, que es de Brasil y hace dos meses que vive en Uruguay.

Para registrarse hay que ser mayor de 18 años y tener ciudadanía uruguaya legal o natural o con residencia permanente, por eso se debe presentar cédula de identidad y constancia de domicilio, como facturas de servicios públicos. El brasileño salió demasiado rápido del Correo como para haber terminado el trámite. Le faltaba la constancia de domicilio y tuvo que ir a la seccional de Policía más cercana para que le expidiera el comprobante, que también es válido.

Pasadas las cuatro de la tarde, los periodistas que estaban de guardia en la puerta del Correo trataban de descifrar si los que salían habían hecho el trámite estrella del día. Un señor de traje se fue rápido, y, al ser abordado por un reportero televisivo, apenas se animó a decir para qué había entrado.

“Si es legal, ¿qué problema hay?”, dijo una señora, que aceptó charlar sin problemas con la diaria. Se llama Lynn y es canadiense. Reside en Uruguay desde hace dos años y medio, habla español perfectamente -su esposo es uruguayo- y está “muy contenta” de vivir en este país. La legalización de la marihuana le parece una acción “muy civilizada y adelantada”. La señora contó que tiene problemas de dolores de espalda y la marihuana la ayuda a calmarlos, y agregó que, a veces, en instancias de mucho estrés, es posible usarla para uso recreativo: “Es como tomar una cerveza después del trabajo, te tranquiliza un poco”.

Sobre los prejuicios que rodean el consumo de cannabis, Lynn dijo que en Uruguay hay gente que todavía piensa que las personas que fuman “son locos que hacen cualquier cosa”, y subrayó que el proceso del trámite fue bastante rápido y que la gente que atendía era “muy amable”.

A Milton Romani, ex secretario general de la Junta Nacional de Drogas, el proceso le pareció “bárbaro” y también destacó que los empleados del Correo estuvieron “muy atentos”. Romani contó a la diaria que se registró en una sucursal del Centro, pero no es usuario de cannabis. Lo hizo porque le pareció importante “dar una señal de apoyo y solidaridad a los que están adquiriendo un derecho, y también de adhesión a la ley”. Romani manifestó que le llamó la atención que la cola para registrarse fuera muy “variopinta”. “Había un señor muy trajeado, un joven que parecía un estudiante y otro que parecía un trabajador. Rompía el estereotipo y la leyenda urbana que espera que venga un joven todo maltrecho y con rastas”, concluyó.

“El cannabis altera la percepción, los sentidos y los reflejos. Limita la capacidad de concentración y la memoria. En niñas, niños, adolescentes y embarazadas, su consumo es especialmente riesgoso. Puede provocar problemas psicológicos”. Así dice el spot publicitario que lanzó ayer Presidencia en el marco de la campaña de “prevención y sensibilización sobre cannabis psicoactivo de uso no médico”.

El video cuenta con el testimonio de varias personalidades, como Miguel Brechner, Jorge Drexler, Ana Prada, Ricardo Piñeyrúa, César Troncoso, entre otros. Al final, dicen: “Estos son los riesgos que genera el consumo de cannabis; sin embargo, regular su mercado significa decirle no al narcotráfico, no a las bocas de venta, no al lavado de dinero, no a la criminalización del usuario, no a la violencia. Regular es ser responsable. Regulando mejoramos la salud pública, reduciendo los riesgos y daños asociados al consumo”. Para Romani, la campaña es “muy buena y equilibrada”, porque no cae “en el moralismo prohibicionista y tampoco en la apología. Es una campaña de reducción de daños, y lo hace con gente representativa de la cultura y del ambiente científico”.

Por otro lado, el diputado del Partido Nacional, Álvaro Dastugue, dijo a la diaria que la campaña debería haber empezado al otro día de que se aprobó la ley de legalización de la marihuana. Además, agregó que tiene muy poco de preventiva o informativa y que “carece de contenido”. “En menos de la mitad del video se enfoca a los personajes de espalda, con una música bastante negativa y rara, mientras hablan sobre las consecuencias nocivas del cannabis, y en el resto del spot, se promociona nuevamente la ley aprobada en 2013, con los actores mirando a la cámara y sonriendo”, subrayó Dastugue.

Según el director del Correo, Fernando Saralegui, al cierre de la jornada hubo 539 personas registradas en todo el país. Además de la presentación de los documentos de rigor, en el trámite se toman las huellas digitales del futuro usuario (“para garantizar el anonimato durante el proceso de dispensación en las farmacias”, según el IRCCA) y se le hace una pequeña encuesta (barrio, nivel de educación y afines).

En el local del Correo ubicado en Avenida del Libertador, mientras algunos se registraban, una señora se quejaba del precio de los 23 gramos. Pero no hablaba de marihuana, sino del peso de su encomienda. Hay gente que todavía va al Correo para mandar cartas.

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