El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca prevé implementar, desde este año, un sistema mediante el cual los productores con actividad agrícola van a poder saber dónde hay apiarios. Se busca evitar afectar a las abejas con la aplicación de agroquímicos sobre los cultivos. En caso de conflicto, las partes tendrán que llegar a “un acuerdo” para “una coexistencia pacífica”, dijo a la diaria el ministro Tabaré Aguerre.
La georreferenciación de las colmenas y los datos de los Planes de Uso, Manejo y Conservación de Suelos (PUMCS) serán fundamentales para poner en funcionamiento el sistema, dijo Aguerre. “Las colmenas en Uruguay están georreferenciadas. Los productores apícolas están todos identificados; hay un registro”, dado que anualmente “tienen que declarar dónde tienen los apiarios”. “Si los trasladan de un lugar a otro, tienen que comunicarlo”, señaló. “Por otro lado, la agricultura en Uruguay está planificada en función de la presentación de los PUMCS. El Sistema Nacional de Información Agropecuaria empieza a generar, a partir de este año, una información de doble capa en la que los apiarios que están georreferenciados van a estar disponibles en una capa de información pública, asociada a los PUMCS de tal manera que el dueño de un apiario puede saber cuáles van a ser las plantaciones en el lugar al que va a llevar el apiario [...]. Pero también el agricultor que va a aplicar agroquímicos tiene acceso a esa información para saber que a 500 metros hay un apiario, y tiene que tomar las precauciones que exige la norma, tomando en cuenta la dirección del viento, la intensidad del viento y el tipo de producto, entre otros aspectos”.
Atento a que las abejas vuelan en un radio aproximado a los 2.000 metros alrededor de un apiario, va a ser necesario “un acuerdo entre el dueño de la tierra y el dueño del apiario”. “Hay un conflicto que se resuelve con una coexistencia pacífica. Nosotros lo que tenemos que hacer es poner la información a disposición. El derecho de cada uno es el de reclamarle al otro”, dijo el ministro a la diaria.
Explicó, además, que las máquinas de aplicación terrestre conocidas como mosquitos “van a aportar información sobre la aplicación”. Si la aplicación no se ajusta a la norma y afecta a los apiarios, “el agricultor tendrá que responder como responde quien me choca cuando yo venía por la derecha”, afirmó.