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Javier Miranda, Andrea Apolaro y Ricardo Mansilla, ayer, en la Huella de Seregni. Foto: Andrés Cuenca

Un especialista analizó la perspectiva política de la información sobre personas reunida en internet

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“¿Se pueden ganar las elecciones desde las redes sociales?”. Así se tituló la charla a cargo del especialista mexicano Ricardo Mansilla que tuvo lugar ayer de tarde en La Huella de Seregni, organizada por el Frente Amplio y Redes Frenteamplistas. El tema abordado fue big data, conjuntos de datos tan grandes que no se pueden procesar con ningún programa que pueda tener un civil en su computadora. Mansilla es doctor en Matemáticas por la Universidad de la Habana (Cuba), ostenta una maestría en Ciencias Económicas por la Universidad de Carleton (Canadá) y también es docente de la Universidad Nacional Autónoma de México. Apenas empezó su exposición, el especialista explicó el nombre de la charla: “Eso fue lo que ocurrió en Estados Unidos, entre Donald Trump y Hillary Clinton”.

Antes de entrar de lleno en el tema, Mansilla subrayó que el concepto de privacidad se está diluyendo, “porque le damos acceso, por medio de una intervención muy somera, a un montón de personas o de instituciones, y después quedamos prácticamente desnudos”, e indicó que el problema es que nadie lee los “términos y condiciones” que hay que aceptar cuando nos registramos en una red social. “La gente dice que es muy aburrido, pero ahí dicen que tienen derecho a tomar nuestros datos, que pueden investigar quiénes son nuestros amigos, y así pasan cosas extrañas. Por ejemplo, cargo una aplicación de música en mi celular y quiere saber mi localización. ¿Para que la quiere saber, si de todas maneras voy a oír la música sentado en un autobús o en el medio de la calle? Porque los datos que todos generamos son el petróleo del siglo XXI”, sentenció el especialista.

Ayudado por diapositivas, Mansilla mostró el volumen de datos que se genera nivel mundial. En un minuto se suben casi tres millones de videos a Youtube, se hacen 2.400.000 búsquedas en Google, Amazon genera 203.000 dólares de ingreso bruto, Uber hace 1.389 viajes, se mandan 150 millones de mails y se escriben casi 350.000 tuits. A raíz de que en los últimos diez años ha crecido enormemente la capacidad de almacenamiento y de procesamiento de datos, Mansilla explicó que empezaron a desarrollarse aplicaciones que permiten tomar todo ese caudal y clasificarlo.

Luego el especialista expuso un artículo de 2015 de la revista científica estadounidense Science, titulado “Unique in the shopping mall”, que mostraba que, gracias a los datos de las tarjetas de crédito, se puede identificar a una persona por sólo cuatro compras. “Y eso se agrega a que a usted le gusta hacer búsquedas sobre libros medievales en internet y toma el autobús de mañana. Al ratito se puede hacer un perfil psicológico mucho más preciso del que le haría un psicólogo después de dos años de tenerlo tumbado en un diván”, señaló Mansilla.

De todos modos, el matemático dijo que es falso que el big data sea la “bestia negra de la sociedad”, y señaló que, “como todo los instrumentos, si se usan bien, son buenos”. Puso como ejemplo una aplicación que desarrolló para la Secretaría de Salud de México, con la ayuda de una universidad estadounidense, para buscar quiénes están enfermos de gripe y analizar si hay epidemias en lugares puntuales. El sistema tiene 97% de confiabilidad, y funciona en base a los tuits de personas que dicen tener gripe. Encontraron que hay 13.000 formas de decirlo, desde el más simple y descriptivo “tengo gripe” a “gripe, salte de este cuerpecito hermoso”.

La aplicación se llama ViralMap y cualquiera puede acceder a ella, con tan sólo buscarla en Google. El sistema muestra manchas verdes en Google Maps que indican que allí alguien tuiteó que tenía gripe. Obviamente, se puede acercar cada vez más, hasta llegar a ver dónde estaba parada esa persona, y el lugar exacto en Google Street View, con un error de menos de 150 metros en ciudades donde hay muchas torres telefónicas. Como si fuera poco, la aplicación actualiza los datos minuto a minuto.

Mansilla también indicó que los datos de Twitter se pueden analizar para predecir las tendencias en las elecciones. El matemático indicó que eso tiene una dificultad, ya que 40% de los comentarios políticos son sarcásticos, por lo tanto, “es importante que el algoritmo sepa que esos mensajes son negativos”. Además, “como en las redes sociales la gente escribe mal”, el algoritmo busca las palabras correctas, y luego clasifica los mensajes como positivos o negativos para equis candidato. En 2016 hubo elecciones para gobernador en México, y el sistema predijo diez de los 12 ganadores. En algunos estados fue más allá y lo hizo con el porcentaje exacto.

En el caso de las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos, el matemático señaló que durante el tercer debate entre Trump y Clinton, la actividad en Twitter indicaba que hubo casi tres millones de tuits a favor de Trump, y 600.000 a favor de Clinton. Pero, según Mansilla, eso no reflejaba la realidad, ya que “Trump tenía siete veces más trolls que Clinton”. Los trolls son cuentas falsas que lanzan mensajes automáticamente. “Hay empresas que dan servicios de trolls, los venden como si fuera pan”, indicó el especialista.

Por último, Mansilla subrayó que las redes sociales son una herramienta que la humanidad nunca antes había tenido para analizar comportamientos o tendencias, ya que en las encuestas la gente a veces no dice lo que piensa, pero en las redes sociales “la gente escribe porque le da la gana”, concluyó.

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