En 2016 cambió algo: por primera vez la limpieza estuvo a la cabeza de los reclamos; además, los que reclamaron fueron mayoritariamente hombres –el sistema de información de la Defensoría permite distinguir el sexo de quien hace la queja–. Con 19% de los 1.049 casos presentados, surge como un tema importante, aunque Agostino aclaró que “no se trata de la principal preocupación de los montevideanos”, sino “de quienes llegaron a la Defensoría, que no son representativos de la ciudad”. Aun así, consideró que da cuenta de “temas que se mantienen como preocupación y que no terminan de resolverse”, y que, dados los conflictos del año pasado en torno a la basura, “no llama la atención que [el tema] encabece la lista”.
Otros reclamos tienen que ver con los problemas de arbolado (11,6%), saneamiento (10,6%), espacios públicos (11,1%) y con la contaminación acústica –un problema que había encabezado las preocupaciones el año anterior–, con 9,2%.
Las mujeres mayores de 50 años son quienes más recurren a la Defensoría: presentan 37% de los casos que llegan, y duplican el 18% de concurrencia de hombres de la misma franja de edad. A pesar de contar con redes sociales activas y con una página web específica para realizar las denuncias, la vía más utilizada para el ingreso de asuntos ha sido la telefónica, seguida por la demanda presencial.
Más allá del sesgo particular de cada denunciante, Agostino dijo a la diaria que hay un perfil común de los que terminan recurriendo a las oficinas de la Defensoría: “Muchas veces, la persona, que está angustiada por el problema, ya transitó por el comunal, la Intendencia [de Montevideo, IM] y el municipio, y en la Defensoría encuentra un espacio en el que no hace simplemente un planteo, sino que puede llegar a tener una reunión de una o dos horas, en donde se la escucha, se le explica y se la orienta”. Consultada sobre el rol de los mecanismos anteriores, la defensora consideró que “hay que mejorarlos”: “Hemos planteado a la IM que los mecanismos de entrada a los reclamos no tienen esa capacidad de escucha con la persona, y quizá deberían tenerlos, porque va más allá de plantear un problema puntual: es algo que tiene que ver con su condición de vida, con una situación que afecta su cotidianidad, su estado emocional, y eso hay que incorporarlo”, afirmó.
Respuesta, recomendaciones y sugerencias
La defensora de los vecinos de Montevideo explicó que, una vez que llega un reclamo a la Defensoría, es ingresado y la persona recibe la información que necesita para presentar la demanda en forma directa ante la autoridad que tiene la capacidad de gestionarlo. “Cuando eso está hecho, le hacemos un seguimiento a la denuncia: hacemos llamadas telefónicas, averiguamos por qué no se responde, solicitamos urgencia en la respuesta, pedimos copia del expediente y lo analizamos en profundidad. Según cuál sea el tema, a veces generamos reuniones entre los distintos organismos que tienen posibilidad de actuar”, contó.
De todas maneras, muchas veces con estas acciones de seguimiento no basta, y es entonces cuando se habilita a la Defensoría a presentar sugerencias o recomendaciones a la IM. En 2016 se hicieron ocho recomendaciones a la municipalidad y 11 sugerencias relativas a la responsabilidad sobre el saneamiento, la contaminación acústica en el entorno de un local de esparcimiento nocturno, la habilitación en trámite para el funcionamiento de un local comercial de entretenimiento, la solicitud de traslado de las ferias, la inexistencia de servicio de remolque de vehículos que obstaculizan entradas y salidas de garajes los días domingos, y una problemática denunciada por vecinos de las calles Florida y Mercedes por molestias de diverso tipo y deficiencias en el servicio de iluminación.
En tanto, otras no fueron aceptadas, como el reclamo vinculado al estancamiento de aguas en la vía pública frente a las viviendas de personas con discapacidad –presentado a la directora general del Departamento de Movilidad de la IM, Beatriz Tabacco– o el recálculo de una deuda de tarifa de saneamiento solicitado por un ciudadano que no tuvo oportunidad de pedir la división de la deuda por falta de acceso a la información del padrón.
Agostino aseguró que no se llega a hacer una recomendación o sugerencia “sin antes habernos reunido hasta entender el tema”. También dijo que esta vía ha posibilitado ciertas soluciones: que haya bajado la contaminación acústica en la ciudad “no está ajeno a los planteos que le hizo llegar la Defensoría a la IM”, así como “el tema del volumen de las radios” en los ómnibus de Montevideo mediante la participación en el Consejo Consultivo del Transporte Público.
Reclamos propios
La Defensoría del Vecino de Montevideo fue creada en 2006 por la Junta Departamental, con los objetivos de contribuir a promover el respeto de los derechos humanos dentro del departamento, mejorar el cumplimiento de los servicios municipales y lograr mayor transparencia y eficacia de la gestión gubernamental.
El viernes, durante la presentación del décimo informe de gestión del organismo, en la que estuvieron presentes la presidenta de la Junta Departamental de Montevideo, Delia Rodríguez, y el intendente de la capital, Daniel Martínez, Agostino planteó varias veces sus reclamos por presupuesto, lo que, dijo, permitiría la conformación de una estructura –sobre todo en recursos humanos– “adecuada para su correcto funcionamiento”.
“La Defensoría ha venido funcionando de manera irregular”, dijo, en referencia a los fondos insuficientes. “Tenemos la casa cerrada desde el 8 de marzo”, denunció, y aunque dijo saber que “la IM está preocupada por este tema”, insistió en la necesidad de contar con un espacio “accesible, con comodidades y opciones para poder recibir a los ciudadanos”. También pidió “contar con un equipo”, algo que el presupuesto otorgado –“el mismo que en 2006, que asciende a poco más de tres millones de pesos”– no permite; da apenas “para salarios, y los otros gastos se observan”.
A su turno, Rodríguez destacó que esta sea “la única defensoría que existe en el país”, así como “su importante valor agregado” a la gestión de la IM. Por otro lado, sobre la necesidad de un espacio físico propio, recordó que el trámite de expropiación de la anterior sede “tiene los mismos años que la Defensoría”. Martínez, por su parte, celebró que “el derecho a la democracia tenga distintos canales para expresarse” y reconoció que “es verdad” que la Defensoría necesita “un fortalecimiento institucional”.
Consultada sobre el nivel de penetración en la sociedad, Agostino sostuvo que el organismo “tiene, potencialmente, la capacidad de crecer y recibir muchísimos más reclamos, en la medida en que tomemos una actitud proactiva de recorrer Montevideo”. Observó, sin embargo, que por sus propios límites y por funcionar “prácticamente sin personal” pueden apenas “recibir el número [de consultas] que nos llega” y no salir en busca de aquellos que no pueden acercarse. La defensora de los vecinos montevideanos aseguró que con “más personal” y una “consolidación de la presencia territorial” se lograría atender un mayor número de asuntos.
Contacto
Para presentar reclamos ante la Defensoría del Vecino de Montevideo se puede llamar a los teléfonos 29161616 y 08001616, y agendar una entrevista para exponer el caso en forma presencial en la oficina de Juan Carlos Gómez 1472. También se puede ingresar al sitio defensordelvecino.com.uy o escribir a defensoria@defensoriadelvecino.gub.uy.