“El gran desafío es cómo llegar con servicios educativos de calidad a poblaciones que se debe llegar, porque son ciudadanos como cualquiera, pero están en áreas dispersas”, planteó a la diaria Limber Santos, director del Departamento de Educación Rural del Consejo de Educación Inicial y Primaria (CEIP), en la apertura, el jueves, del noveno Seminario Internacional de Investigación sobre Educación Rural, que se desarrolló hasta ayer en el Centro Agustín Ferreiro, en Canelones. 14 mesas, con un promedio de cinco ponencias cada una, presentaron durante las dos jornadas diferentes proyectos de investigación, uruguayos e internacionales, que se proponen trabajar sobre ese gran desafío.
Los temas que se han tratado en los últimos nueve años se volvieron a presentar: pedagogía rural, historia de la educación rural, didáctica multigrado, formación docente rural; sin embargo, aparecieron algunos nuevos. “El tema cuidados y género apareció en este seminario, y si bien había estado como ponencias, este año llegaron como un conjunto que forman una mesa. Otro tema nuevo es la televisión educativa o, por ejemplo, cuestiones vinculadas más a aspectos como la educación terciaria rural”, comentó Santos.
Una de las mesas nuevas de este año fue la del proyecto Educación +, de la empresa DirectTV. Mediante un convenio firmado por la compañía y el CEIP en 2014, más de 600 escuelas del interior cuentan con la antena y un decodificador que les permite ver y grabar contenido educativo producido por los canales asociados, como Discovery Chanel y National Geographic para Latinoamérica. Para el año 2022 podrían llegar antenas a todas las escuelas rurales del país. Para Santos, esta herramienta “tiene una utilidad potencial muy fuerte; sin embargo, en la práctica todavía falta mucho para que los maestros se la apropien. Lo que pasa es que el maestro empieza a tener una sumatoria de muchos recursos y, si bien eso es positivo, hay que saberlos gestionar”.
15 investigadores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, España, México y Paraguay se unieron a las más de 50 exposiciones uruguayas. En cuanto a la selección de los trabajos, Santos explicó: “Hay algunos que son muy buenos, de equipos de trabajo consagrados, con una acumulación de conocimiento producido desde hace años que vienen a presentar ponencias que tienen un altísimo nivel. Hay otros que son más narrativas de experiencias vinculadas con la educación rural, por parte de estudiantes o de maestros muy jóvenes que se presentan por primera vez a instancias de este tipo”.
Del campo a la ciudad
Según Santos, se ha constatado un “proceso de crecimiento en cuanto a la producción de conocimiento sobre lo rural. Hay, respecto a años anteriores, una evolución en ámbitos de producción académica como universidades, ministerios o equipos de trabajo. Hay más ámbitos donde el tema de lo rural, ya sea por lo didáctico, pedagógico, histórico, social o productivo, está presente. Eso es una característica de Uruguay, pero también de los países de la región”. Sin embargo, el decrecimiento poblacional en el campo continúa aumentando, lo que repercute en la disminución de la matrícula escolar rural. Santos aclaró: “Se percibe que es un fenómeno que se ha complejizado, al menos en Uruguay. Si bien la migración del campo a la ciudad continúa, si se analizan regiones en concreto hay ciertas fluctuaciones poblacionales que hacen también fluctuar la matrícula escolar, eso hace que no todas pierdan inscripciones de la misma manera y de forma lineal. En algunas escuelas la matrícula se ha estabilizado, algunas ganan, aunque esa ganancia a veces es circunstancial”.
El pedagogo uruguayo José Pedro Núñez comentó, en la conferencia inicial, un fenómeno que también advierte Santos: “En Uruguay tendemos a urbanizar población e instituciones educativas, tenemos escuelas que están en localidades menores a 2.000 habitantes –hay más de 500 localidades con esa cantidad de población– donde en la mayoría de ellas la escuela es urbana y, sin embargo, la población se identifica como rural”. Los motivos para que esto ocurra son “diversos”: a veces son de carácter administrativo y en otras oportunidades “el criterio no está muy claro”, puntualizó. A su entender, esta situación “da para repensar qué es lo rural, porque hoy nos mantenemos con 1.100 escuelas rurales, pero en realidad podríamos tener afinado un criterio más coherente con aspectos sociodemográficos, y serían muchas más. No es menor este dato, porque eso hace fijar políticas públicas”.
Las escuelas llegan a todas las localidades del país, pero ese no es el caso de la educación secundaria. “La educación media básica hoy en día está bastante cubierta, se ha ido logrando incorporar nuevas modalidades de educación media rural para cubrir territorios más dispersos. Eso hace que el pasaje de los niños desde sexto año de escuela a la siguiente etapa sea casi universal, pero no lo es el sostenimiento luego”, detalló Santos, y agregó que el desafío es mucho mayor en la educación media superior, tramo en el que hay aún menos oferta y, casi siempre, los estudiantes se tienen que trasladar a un centro urbano.