El 15 de marzo de 1988 falleció el caudillo blanco Wilson Ferreira Aldunate. Ayer, a 30 años de ese hecho, la Asamblea General del Parlamento hizo un homenaje en el que participó, desde las gradas, el presidente de la República, Tabaré Vázquez. Además, también estuvieron presentes el ex presidente Julio María Sanguinetti, varios ministros de Estado y una delegación del Parlamento mexicano.
“Estamos en esta casa, en la casa del pueblo, para homenajear a alguien que trascendió las fronteras de su partido. Su sacrificio fue por todos y para todos, por la vida de la república y por los ciudadanos”, dijo en su intervención el senador del Partido Nacional (PN) Jorge Larrañaga.
El senador frenteamplista Rubén Martínez Huelmo, en representación de la bancada de su partido, aseguró: “Su suerte fue la del pueblo uruguayo y solamente con ese estoicismo de un luchador duro pudo pelear por cada paso que tuvo que dar [...] marchó al exilio y para transformarse en uno de los íconos del moderno patriotismo uruguayo”. Martínez Huelmo sostuvo que otro de esos íconos fue Liber Seregni.
En tanto, el diputado del Partido Colorado (PC) Fernando Amado manifestó que Wilson es un modelo a seguir porque “las ideas en la política realmente importan, no es meramente la lucha por el poder, es poner la vida al servicio de ideas, y eso es Wilson”. Amado aclaró que el PC tiene diferencias importantes con las ideas de Wilson, y dijo que en la sesión “hubo relatos tergiversados”. “Me salgo de la vaina por contestar a cada uno de ellos, pero hoy no. No nos van a arrastrar al barro, no se lo merece Wilson”. En la misma sesión, el senador Javier García definió la victoria del colorado Juan María Bordaberry en 1971 como un “fraude”.