“Qué lindo para que caiga un meteorito acá”, dijo una joven que pasaba ayer de tarde por la plaza Independencia y que, evidentemente, no andaba por ahí para sumarse a la convocatoria realizada por el abogado Gustavo Salle “a favor de Uruguay y en contra del gobierno”. A las 17.00, la hora pactada, no había más de 50 personas. “Yo vengo acá porque admiro a Salle, y porque soy médica y entiendo que el país está agarrando un camino muy peligroso”, le dijo una mujer a la diaria, y luego pronosticó que gracias a la contaminación “del agua, de la tierra y del aire, en poco tiempo nos vamos a quedar sin recursos”. Además, señaló que en Uruguay “no hay justicia”, pero cuando se “reconstruya” hay que hacer “una justicia ambiental”.
Salle, en tanto, dejó de saludar a la gente por un momento y dijo a la diaria que la convocatoria era para compartir distintas inquietudes referidas a la situación del país, como “la guerra fratricida”, producto “de la inercia” del presidente Tabaré Vázquez, “que no cumple” con el artículo 168, numeral 1º, de la Constitución de la República (que dice que, junto con los ministros, al presidente le corresponde la “conservación del orden y tranquilidad en lo interior, y la seguridad en lo exterior”). Salle agregó que el gobierno está “obrando claramente en contra de los intereses nacionales”, actitud que se demuestra con la “extranjerización de la tierra” y el “contrato de entrega de la patria a una empresa coimera como UPM”.
Por la plaza también andaba Nery Pinatto, director de MPC Consultores, quien señaló a la diaria que el Uruguay que nuestros padres nos legaron era “diametralmente opuesto” al de ahora, que está “lleno de asesinatos, robos y de falta de confianza”, en donde “la inmensa mayoría de los gurises, especialmente los que tienen más formación, anhelan irse del país”.
En el mismo sentido, una mujer con una bandera de Uruguay y un colgante de José Batlle y Ordóñez contó a la diaria que tiene una hija en Estados Unidos y un hijo en España. “Si yo tuviera 20 años me iría, porque este país con esta gentuza se va a la mierda”, enfatizó la señora, que también glorificó el pasado, argumentando que “en las escuelas no se enseña como antes”, cuando “te ponían en penitencia y volvías llorando a tu casa” y ahí te decían “algo habrás hecho”. Para la señora, la solución a todos los problemas del país radica en que “se unan blancos y colorados, y que el PIT-CNT desaparezca”.