Colectivos de estudiantes, docentes y funcionarios de la Escuela de Artes y Artesanías Dr. Pedro Figari están desde febrero en conflicto con el Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU) por la decisión de convertir el anexo de la escuela en otra institución. La Asociación de Funcionarios decidió ocupar hoy ambos locales tras “numerosos ámbitos bipartitos” con las autoridades de la educación, en los que estas “plantearon que no cambiarán la postura de separar el proyecto de Figari en dos escuelas distintas”, explicó a la diaria Margarita Cousillas, funcionaria del anexo, y aseguró que los trabajadores no aceptarán una negociación bipartita en esos términos.
En la escuela se desarrollan bachilleratos, cursos y capacitaciones en múltiples áreas artísticas. El anexo de la calle Sarandí surgió en 2011 y permitió desarrollar muchos cursos mientras se reformaba el local del barrio Palermo. Ahora el CETP decidió que ese anexo pasara a ser una escuela técnica con el objetivo de “mejorar la gestión, porque al no tener un equipo de gestión específicamente ahí, aumentaron la cantidad de cursos, las orientaciones”, según explicó al principio del conflicto a la diaria el consejero Freddy Amaro, quien también señaló en aquel momento que el pasaje a ser una escuela implica un aumento en el presupuesto, porque hay partidas que se destinan a las escuelas y no a los anexos. Cousillas detalló que en los ámbitos bipartitos las autoridades de la educación se mantuvieron firmes en su decisión, pero se mostraron flexibles a cambiar el nombre del anexo a escuela de arte. De esta forma solucionarían uno de los problemas que señalaban los funcionarios, alegando que mantenerla como escuela técnica perjudicaría a los egresados y a los docentes, ya que para hacer cursos y concursar a nivel latinoamericano estos deben presentarse desde una escuela de arte. Sin embargo, para los funcionarios el cambio de categoría no es suficiente “porque el proyecto es uno solo. Si bien el nombre importa, queremos ser una sola escuela, porque esa era la idea de Figari”, afirmó.
Si no pueden llegar a un acuerdo con el CETP, los colectivos están dispuestos a presentarse ante la Comisión de Educación del Parlamento: “Queremos que se entienda que es la única escuela de arte del país y que no se replican los talleres de un lado al otro”, agregó la funcionaria. También estarían dispuestos “a estar todos en un solo local”. “Si no podemos tener dos sedes, podemos trabajar todos juntos; lo que no podemos hacer es aceptar esta decisión, que fue unilateral, caprichosa y no tuvo nunca consulta”, afirmó.