Buenos días. Les comentamos algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria.
Argentina necesita buenas noticias y esta semana empezó con una de esas que se celebran entre abrazos cuando Abuelas de Plaza de Mayo anunció la restitución de la identidad del nieto 140, otro de los hijos apropiados por la dictadura cívico-militar en el país. Es hijo de Graciela Alicia Romero y Raúl Eugenio Metz, secuestrados en diciembre de 1976 en la provincia de Neuquén, en el momento en que ella cursaba un embarazo de cinco meses. Según pudo reconstruir la organización de derechos humanos, su hijo nació el 17 de abril de 1977 en el centro clandestino de detención conocido como “La Escuelita” de Bahía Blanca.
Unos 48 años después, del otro lado de la restitución, lo esperaba su hermana, Adriana Metz, que “lo buscó desde siempre”, dijo en conferencia de prensa la presidenta de Abuelas, Estela de Carlotto. “Con la restitución del nieto 140 confirmamos, una vez más, que nuestros nietos y nietas están entre nosotros y que gracias a la perseverancia y al trabajo constante de estos 47 años de lucha seguirán apareciendo”, aseguró la referente. A su vez, consideró que el hallazgo “ratifica lo imprescindibles que son las herramientas construidas por el Estado y la labor silenciosa de decenas de trabajadores” de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad y el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
Las últimas palabras de Carlotto resuenan de forma particular en un contexto de desfinanciamiento de las políticas de memoria, verdad y justicia por parte del gobierno de Javier Milei. De hecho, llegan poco después de que Abuelas solicitara a la Justicia que declare inconstitucional el Decreto 351/25, firmado por el líder libertario el 23 de mayo, que establece la “transformación” del BNDG –clave en esta búsqueda– sacándole recursos, jerarquía y autonomía. La de este lunes es la segunda restitución del año y es una gran noticia, pero todavía hay más de 300 nietos y nietas que no conocen su verdadera identidad.
Ya pisando tierras uruguayas, en esta edición también les traemos los detalles sobre Angirú, un modelo de cohousing cooperativo para personas adultas mayores que busca ser una “alternativa de convivencia para la vejez activa, acompañada y plena”. En el predio, ubicado en la localidad canaria de Estación Atlántida, van a convivir hombres y mujeres mayores de 50 años que quieren hacer realidad la fantasía compartida de “envejecer entre amigos”. En la base del proyecto está el objetivo de “combatir la soledad, reivindicar la autonomía y aliviar a las familias de los cuidados”. “Queremos decidir cómo queremos vivir y cómo queremos morir”, dijo a la diaria Cristina García, una de las 18 socias que tiene la iniciativa hasta el momento.
Además, podrán conocer los resultados de una nueva encuesta de la Usina de Percepción Ciudadana que, entre otras cosas, reveló que 47% de la población considera “adecuadas” las medidas que adoptó el gobierno de Yamandú Orsi para atender la emergencia en la que viven las personas en situación de calle que volvió a agudizarse con la llegada de otro invierno.
Hasta mañana.