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Murga Un Título Viejo. (archivo, enero de 2025)

Foto: Gianni Schiaffarino

Un Título Viejo y su camino de dar palo “parejo para todos”

3 minutos de lectura
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El espectáculo de la murga critica a la derecha, a la izquierda, a los periodistas e incluso al propio carnaval.

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Desde su aparición en carnaval en 2020, Un Título Viejo fue una murga que no ocultó su sentir de izquierda, marcando postura firme en temas de actualidad política y social.

Pese a su confesa inclinación ideológica, el conjunto se ha caracterizado por presentar una amplitud al momento de criticar, ya en su primer año con el recordado cuplé “Hacete cargo Frente Amplio”.

En este carnaval la murga vuelve a lanzar dardos en todas las direcciones, completando un espectáculo repleto de crítica, sostenida por la sátira y creatividad de sus textos.

“Siempre tenemos una editorial bastante fuerte y eso se mantiene”, asegura Federico Glison, uno de los integrantes del conjunto. El repertorio presenta varios “palitos” y referencias al Frente Amplio, “porque lo sentimos como nuestro y queremos que hagan mejor las cosas. Si se hacen mal de un lado o del otro, el palo va a ser parejo para todos”.

El espectáculo de Un Título Viejo se denomina “Esto es carnaval” y parte desde un salpicón de cuartetas picantes, que ya instala el clima por el que transitará el medio de la murga. “Venezuela y su dictadura / otra vez rompiendo la brecha / la comparan con nuestra izquierda / alcahuetes de la derecha/ Se olvidaron de algún detalle / justo antes de abrir el pico / y es que acá nuestra dictadura / fue de ellos y los milicos”.

La propuesta avanza con el cuplé de los periodistas, un segmento donde se cuestiona el sesgo con el que la prensa informa actualmente, y donde también se da un cruce entre politólogos que analizan la realidad con dudosa objetividad. “Enfocamos muy fuerte en cómo se manejan las noticias hoy en día. Lo que sabemos todos, dependiendo el medio que escuches, son las cosas que te van a decir”, señaló Glison.

Después llega un bloque puramente político, desde una visión generacional (los que rondan los 40 años) que recorre la historia reciente, desde la crisis del 2002 en adelante. Es otro de los momentos donde la murga reparte a diestra y siniestra.

Tras algunos elogios al Frente Amplio por la gestión de sus primeros gobiernos, se apunta a lo que pasó del 2015 en adelante. “Fui perdiendo el entusiasmo / los avances se trancaban / burocracia en todos lados / aumentaba tu soberbia / comieron de tu cadáver / canallas y liberales / que volvieron al sillón…”.

Para Maximiliano Tuala, una de las figuras del conjunto y que también colabora en las letras, Un Título Viejo reafirma el camino que viene transitando: “Los años anteriores también fue así. No sólo le pegamos a la derecha, porque nos parece que hay cosas del otro lado que también están mal. Eso está pasando en otras murgas y está bueno”.

“En algunas ocasiones nos paramos en la vereda del medio para atacar a los dos lados. Pero sobre todo hacer reír criticando, eso es fundamental y creo que se logra”, comentó Tuala a la diaria tras su segunda pasada por el Teatro de Verano.

Previo a la retirada, la murga presenta un último cuplé sobre los viejos murguistas, en el que reconoce el valor de los que cantaban en otras épocas y realza el rol social de la fiesta popular: “Ayer y hoy el carnaval es militancia, para traer felicidad a esta historia; ayer y hoy, estamos en la misma lucha”.

Tuala explica que en ese bloque la idea fue “homenajear a esa gente, cuando a veces algunos espectáculos los ningunean. Me parece justo reconocerlos porque gracias a ellos hoy estamos acá haciendo murga”.

Antes y durante, Un Título Viejo también ironiza sobre situaciones habituales del carnaval, apuntando a las agrupaciones que no llevan su mejor vestuario a los tablados. “La ropa más cara la usan para el concurso”; o su crítica a que “hay como 20 tablados y todos los días van los mismos conjuntos”.

En su función de la segunda rueda la murga hizo algunos ajustes respecto a la primera y metió mechas que rindieron al máximo. Ambas referían a los comunicados que cuestionaban cuplés de La Gran Muñeca. Así fue como Maxi Tuala y Fabricio Esperanza simularon llegar en caballos por la platea, algo que se había anunciado como posible escrache por parte de un grupo de riveristas.

En definitiva, en un año donde el título apuesta a una propuesta más “murguera” y no tan “teatral”, parece haber reencontrado su mejor esencia, y eso lo ayudó también a comunicar de otra manera. El conjunto hizo méritos y está en carrera para meterse entre las diez clasificadas a la Liguilla.

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