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Julieta Bechi.

Foto: Diego Vila

Fue mamá en agosto, reencontró su pasión por el carnaval y la rompe en Gala 1985

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Julieta Bechi y su mensaje para el público: “Vale la pena pagar la entrada cuando hay revistas”.

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La Casa del Canillita, en el límite entre Paso Molino y Pueblo Victoria, es uno de los búnkeres de Gala 1985 para este carnaval. La revista de Luis Trindade encontró en esta vieja sede sindical, casi en desuso, un lugar tranquilo y cómodo para preparar su participación en la fiesta de Momo.

Allí se juntó también en la previa de la tercera rueda del concurso para afrontar una compleja sesión de maquillaje en función de los más de 30 grados que azotaron la capital del país. Entre cantantes, actrices e integrantes del cuerpo de baile, está Julieta Bechi, que es un poco de todo eso -aunque este año no baila- y mucho más.

Artista desde niña, de familia carnavalera, Bechi es una de las figuras destacadas de este conjunto, que en su segundo año concursando otra vez pasó a la liguilla y se destaca en una categoría que crece año a año.

Del valor de las propuestas de las revistas, su “desafío” de salir siendo madre de un bebé de seis meses y otras cuestiones que rodean la fiesta, la diaria habló con Julieta antes de otra noche de “gala” en el Teatro de Verano.

¿Cómo estás viviendo este carnaval que va llegando a su fin?

Este año ha sido muy especial para todos nosotros porque le hacemos un homenaje a nuestro compañero Rorro, entonces a partir de eso ya todo fue muy movilizante. Y la recepción del público ha sido increíble. Mucho mejor que el año pasado, te diré. Tuvimos otro feeling con la gente. Este es el segundo año de Gala recién, fuimos aprendiendo en el camino todos en conjunto, así que como que nos terminamos de parar en el concurso este año.

Hablame de Gala 1985 y su irrupción tan positiva. ¿Qué hay en esta revista?

Primero, mucho amor por lo que se hace. Y segundo hay un grupo de gente, tanto en la parte técnica como directiva, y los que están arriba del escenario, que son gente con muchísimo talento. Desde ahí ya tenés un buen cimiento. Después las ganas de hacerlo, de sacar una revista a la calle y que esté a la altura. La gente está pagando una entrada. No subestimar al público creo que es la primera gran decisión cuando uno saca un conjunto en carnaval.

Y no es menor destacar en un momento en que la categoría está teniendo otra consideración.

Exactamente. Este año me parece que terminamos de dar ese mensaje de: vale la pena pagar la entrada cuando hay revistas. Vengan temprano a ver las revistas, que están dando lindos espectáculos. Eso está muy bueno para la categoría, sin dudas.

¿Qué papel asumiste en el espectáculo?

Este año tuve la suerte de que confiaran en mí para hacer el personaje de Mirmor (una diva de televisión), que es el que abarca todo el principio del espectáculo. Después ya me distiendo un poco más, me dedico a hacer coros y cositas. Está bueno eso que al principio lo das todo y luego ya relajás un poquito. Estoy agradecida de que me hayan dado la oportunidad, lo disfruto muchísimo.

Este año para mí ha sido un poco particular porque fui mamá en agosto, entonces ha sido todo un desafío. Así que con el cierre del carnaval se termina una etapa a la que le puse muchísimo amor. Estoy muy contenta.

En otras categorías, cuando alguien baila, canta y actúa, se lo destaca. En tu caso y en la revista ya es algo más natural, ¿no?

El año pasado bailé un poquito. Este año actúo y canto. Está bueno porque hay muchos en la revista que tenemos formación de comedia musical, que podemos hacer un poco de todo, y al espectáculo le suma una integralidad del elenco que está buena.

¿Tus inicios cómo fueron en la parte artística?

Yo empecé en el Carnaval de las Promesas a los 12 años. Salí en Gummy’s y Contre’ Dance, una revista que sacaban Olita y Del Río (actuales directores de Tabú). Promesas es una escuela increíble, uno aprende muchísimo ahí. Después estuve con RC, una banda de cumbia cheta. Y luego me dediqué más a mi música y a trillar otros ámbitos de la comunicación. También hice teatro. Recién el año pasado fue mi primer carnaval mayor, ya que antes no había querido salir.

Uno nunca sabe cuando te subís a un proyecto de carnaval si te vas a subir a pasar vergüenza o si va a estar bien. Así que fue importante para mí lo que te decía hoy del equipo técnico, de que hay buenos cimientos.

¿Hay algo de herencia en esto del carnaval para vos?

Mi padre salió en Araca en el 97, yo era recién nacida. Si bien hay algo en la sangre que la lleva a ser carnavalera, últimamente no era tan fan. Desde que pasó lo de Varones Carnaval me desencanté con el concurso y con todo lo que pasaba alrededor. Después retomé, cada uno lo procesó a su manera. Yo entendí que no éramos nosotras las que tenían que ceder los espacios, entonces volví a estar un poco en la movida.

En ese aspecto, ¿qué pensás que le falta al carnaval todavía?

Yo acá estoy muy cuidada. Como mamá y como mujer te puedo decir que nunca me sentí tan cómoda en un elenco artístico. Yo tengo entonces quizás una realidad que no es la de todas. Me sigue resultando muy chocante cuando veo una murga que tiene una sola mujer, es algo que me parece muy loco, así como en el arte y los espacios donde hay pocas mujeres. Pero creo que el cambio se va haciendo de a poquito y va a llegar el día en que vivamos en un mundo más igualitario.

¿Qué tal llevaste la situación con tu hijo siendo tan chico para ensayar y salir?

Mis padres me ayudaron un montón. Si no hubiese sido por mis padres, yo no hubiese salido en carnaval. Yo sabía que en Gala había cosas que iban a estar contempladas. En un grupo de parodistas, por ejemplo, que hacen 100 tablados, era imposible. En Gala sabía que era diferente, así que me quedé tranquila. Me hicieron el dos como conjunto. Pero más que nada mis viejos. A los ensayos venía uno un día, el otro al día siguiente. Lo mismo en los tablados. Y sobre todo que mi hijo lo disfrutó, porque si él lo hubiese sufrido yo me tendría que haber bajado.

Dos años ya de corrido. ¿Quiere decir que hay Julieta para rato en carnaval?

Si vuelvo a salir, va a ser acá. Estoy muy cómoda. Una cuando es madre empieza a pensar en otras cosas. Lo disfruté muchísimo, pero también me perdí algunas cosas. Ya veré el año que viene. No me quiero apresurar a tomar decisiones ahora, pero si es, seguro es en Gala 1985.

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