En su afán por burlarse de lo más sagrado, el humor no le ha escapado a los tópicos más oscuros de nuestra humanidad. Aunque en algunas oportunidades el rol de ser “la persona que hace chistes de X” está limitado a aquellos que sufren X, son de la religión X o tienen X color de piel.
Maria Bamford no es una cara muy conocida por estas latitudes, habiendo prestado su voz para series animadas que suelen verse dobladas al español (como Adventure Time). Quizás su mayor notoriedad haya llegado gracias a su participación en la cuarta temporada de Arrested Development en el papel de DeBrie Bardeaux, la adicta en recuperación que se enamoraba de Tobias y protagonizaba el musical de los Cuatro Fantásticos. Comediante de stand up, su material suele aprovecharse de esa X con la que carga, ya que fue diagnosticada con trastorno bipolar tipo II (la nueva moda de las enfermedades mentales, como ella misma lo define) y trastorno obsesivo compulsivo.
La “comediante favorita en todo el planeta” de Stephen Colbert desembarcó en Netflix en 2016 con su propia serie, llamada Lady Dynamite, que en noviembre agregó una segunda temporada. En ellos, Bamford interpreta una versión apenas exagerada de sí misma, buscando toda clase de empleos en Los Ángeles mientras intenta controlar la ansiedad y la depresión.
Desde el primer episodio queda establecido el tono errático en el que se contarán las variadas historias, generalmente situadas en tres líneas de tiempo diferentes. La cuarta pared no tiene problemas en irse a tomar un café y dejar que un actor invitado (Patton Oswalt) reflexione sobre su presencia en la ficción. Situaciones reales, como su actuación en una serie de publicidades de la cadena de almacenes Target, son satirizadas de tal forma que Maria termina dando clases de inglés a los pobres mexicanos que trabajan para Checklist. Esta versión de la compañía tiene a su propia mascota, Trabajito, que pide a los empleados que no reporten los accidentes laborales.
Caótica como ella, divertida como ella, Lady Dynamite es una serie que sigue elevando el estatus de la protagonista alrededor del mundo. Maria, mientras tanto, sigue hablando sin tapujos de las peleas contra sus X, con un humor que naturaliza en el mejor de los sentidos. Si los 20 episodios no les parecen suficientes, un especial de comedia (“Old Baby”) los estará esperando en el mismo servicio de televisión a demanda.