En un país en el que hasta el precio del litro de leche se comunica por inbox, está bueno que existan iniciativas tendientes a divulgar información. En esta oportunidad, se trata de información histórica y también muy actual, referida a la cinematografía de Uruguay.
En Cinedata.uy los internautas podrán indagar sobre más de 1.200 títulos cinematográficos y más de 12.000 profesionales que trabajaron en ellos, así como sobre empresas e instituciones asociadas al séptimo arte.
“La idea surgió mientras subía datos de películas para la web de Video Imagen Club, un trabajo que me encargó Ronald Melzer en 2010 y que me permitió descubrir procedimientos para armar una base de datos en la web”, contó a la diaria Juan Andrés Belo, codirector del sitio. “Salvando las distancias, porque en aquel caso teníamos 15 campos y en este tenemos cerca de 113”, aclaró.
Belo armó el proyecto en 2015 y fue financiado por un Fondo Concursable del Ministerio de Educación y Cultura en la categoría Memoria y Tradición, además de contar con el apoyo de la Universidad Católica del Uruguay, BuenCine, la oficina de Locaciones Montevideanas y el ICAU (ahora Dirección del Cine y Audiovisual Nacional), entre otros.
Clara von Sanden, codirectora de Cinedata.uy, explicó los criterios de elaboración de esta base de datos. “Seguimos muchas cosas de modelos extranjeros en cuanto a la forma de organizar la información y de presentarla, como la IMDb o la base argentina. Si bien no inventamos la pólvora, la armamos de acuerdo con nuestras necesidades”, dijo.
“Los criterios con los que se seleccionaron las películas a ingresar dejaron fuera, en principio, coproducciones minoritarias –es decir, aquellas en las que Uruguay participa en minoría con otros países– y películas extranjeras rodadas en Uruguay, para centrarse en todo el resto, que es numeroso y ha recibido mucho menos atención en bases internacionales”, explicó. Y agregó: “Lo que más nos importaba era que [la plataforma] fuera práctica para subir la mayor cantidad de información posible. Eso lo logramos. Tenemos algunos baches en cómo se presenta esa información, pero todo es corregible y mejorable”.
El proceso de recolección de la información fue “largo y sorprendente”. “Yo quería subir los datos de las 300 y pico iniciales, mostrar el potencial del proyecto y seguir buscando financiación. Pero Clara ahí fue firme en que cuanto más subiéramos, más evidente sería el aporte de la herramienta, y tenía razón”, reveló.
“Estuvimos dos años buscando y subiendo, todo eso en una planilla que diseñamos y que luego se cargó de forma masiva en la web. En esto fue importante el apoyo de la Universidad Católica, que puso a dos personas a subir info con nosotros. Después sumamos más gente. Cuando llegamos a los 1.000 títulos, tuvimos que decir basta y empezar a trabajar con un volumen fijo, revisarlo y corregirlo, antes de seguir subiendo información”, contó.
Sobre los criterios de inclusión, Van Sanden explicó: “En principio, nos abocamos a los largometrajes uruguayos presentados en salas comerciales. Con eso llegamos a las primeras 300 entre 1929 y la actualidad. Pero había que sumar cosas que se imponían como un debe en un compendio de cine uruguayo: películas anteriores a 1929, medios y cortos de algunos de los realizadores que ahí aparecían, largometrajes estrenados en festivales y obras que nombraba la bibliografía sobre historia del cine uruguayo. Y ahí la lista comenzó a crecer”.
Los objetivos de Cinedata.uy son cinco, en palabras de su codirectora. “En primer lugar, que el público general uruguayo pueda visualizar y conocer esta parte tan importante de su cultura, que tantas veces se califica de magra, pobre e incluso inexistente, basándose en lugares comunes no fundamentados. En segundo lugar, colaborar a que se visualice y valore de mejor manera el trabajo de las personas que hacen cine en Uruguay y no sólo en roles principales, sino los técnicos y secundarios”. La ignorancia es tan grande, dicen, que desde ámbitos ministeriales se cree que apenas un puñado de trabajadores forma parte del sector.
“En tercer lugar, apoyar el crecimiento de la investigación académica sobre cine desde diversas disciplinas, como la historia, la antropología, la comunicación, los estudios culturales. Es un proceso que está teniendo lugar desde hace unos años, visible por ejemplo en la creación del Núcleo Gesta –Grupo de Estudios Audiovisuales–, conformado por investigadores de la Universidad de la República y de la Universidad Católica. La idea es centralizar información básica que facilite”.
“En cuarto lugar, queremos que esta herramienta sirva para reunir y hacer accesible información que hasta ahora está fragmentada. Archivos, investigadores, coleccionistas, realizadores, bibliotecas, cinéfilos, trabajadores del cine en general tienen materiales que ceden amistosamente a quien recurre a ellos para conocer datos sobre alguna película, pero es arduo llegar a ellos, y a veces lleva años de atar cabos y contactar personas. El hecho de que la base sea colaborativa hace que haya espacio para ese tipo de información, que se compartirá de forma ordenada en un sitio de acceso público”.
“Por último, y no menos importante, subrayar la importancia de la conservación del patrimonio fílmico uruguayo. Uno no puede preocuparse por cuidar lo que no sabe que existe. Pero en la medida en que sí sabemos lo que es, creemos que habrá más interés en rescatar las imágenes que aún se conservan. Hay que pensar que de algunas películas ya no quedan copias, mientras que de otras es urgente ocuparse para que no se pierdan, porque el material fílmico es un soporte frágil y sensible al paso del tiempo”.
Belo agregó que el periodismo “también va a agradecer la existencia del sitio”. “Si trabajás con cine uruguayo en cualquier área, el sitio te va a servir”, aseguró.
La tarea de recolección todavía no termina. “La idea es sumar títulos que nos están faltando, que aparecieron en la última etapa y no llegamos a subir, pero sobre todo dar densidad a la información ya subida, mediante aportes y correcciones que resta hacer y para las que desde ya estamos contando con colaboración de realizadores y técnicos”, contó Van Sanden.
“Hay bibliografía pendiente. Faltan las coproducciones minoritarias. Falta ingresar la información biográfica, foto y fechas de nacimiento y deceso de los profesionales y técnicos. Hay mucha investigación pendiente sobre títulos anteriores a 2001. Falta ingresar la producción del interior del país, que es mucho más amplia de lo que se piensa. Falta mejorar las búsquedas y que se pueda filtrar por más criterios, que es laburo de programación. Falta etiquetar las películas por tema para facilitar su búsqueda y evidenciar su diversidad. Buscar en la prensa y en los archivos de documentación para reunir más datos técnicos, gráficos y periodísticos; digitalizar muchas cosas. Es un trabajo que recién empieza”, agregó su colega.
Para las futuras producciones se contará con el apoyo del ICAU, y la nueva información se subirá “sin problema”. También existe un formulario para que personas o empresas aporten datos de cada producción. “Toda información es bienvenida”, sostuvo.
Por último, Van Sanden contó lo que más los sorprendió de este trabajo: “El volumen de personas involucradas. Entre trabajadores, empresas y personas entrevistadas en documentales sumamos más de 12.000 nombres, de los cuales el grueso son los primeros. Creo que no era un dato público que tantas personas hayan formado parte del mundo del cine en Uruguay desde sus inicios hasta ahora”.